El dúo chileno argentino de trip pop formado por Loreta Neira y Víctor Borgert presentan su tercer disco, «Cancún Tokyo».
El origen de ‘Cancún Tokyo’
«‘Cancún Tokyo’ nace cuando nos convocan desde Disk Union de Japón para editar los dos primeros discos de Helado Infinito allá y lanzar una de nuestras canciones en vinilo –recuerda el músico platense Víctor Borgert-. Estábamos viviendo de tocar nuestras canciones en el caribe mexicano, entonces empezamos a buscar constantemente el trayecto aéreo Cancún – Tokyo en internet, para ver si lográbamos ir a tocar allá. Ese viaje nunca se concretó, pero en el medio, en esa búsqueda, pasaron cosas: terminamos viviendo dos años en Europa, viajando y tocando constantemente. En este álbum buscamos mostrar justamente lo que se dio gracias a ese viaje que no se dio. Vivimos muchas cosas, crecimos mucho como personas y como músicos también«.
¿En qué se diferencia «Cancún Tokyo» con los dos álbumes anteriores?
En «Cancún Tokyo» buscamos un sonido mucho más orgánico que en los discos anteriores, menos cerebral, con menos participación de la computadora. Se debe en parte a que tocamos mucho en vivo, entonces muchas de las canciones surgieron mientras armábamos los sets para tocar, en plena gira. Acá buscamos tocar todos los instrumentos que pudiéramos y jugar todo lo posible con las canciones. En esto fue fundamental nuestro gran amigo Sasha Mamaev como co-productor, quien nos ayudó a mantener el proceso fresco y nos abrió la paleta de colores muchísimo, ya que es un multiinstrumentista y creativo increíble. Sus contribuciones en el bajo sobre todo le dieron al disco un aire más groovero que amamos. También siento que hay más aire en las canciones, más espacios instrumentales para que las letras se puedan sentir y vivir más dentro de la canción misma.
¿Cómo se dio y cómo fue la experiencia de grabar una parte del disco en Eslovaquia?
Se dio de manera muy natural, pero loca a la vez. En 2017 nos fuimos tres meses a Europa a girar sin rumbo fijo, solo con la guitarra y la trompeta. En ese viaje conocimos Eslovaquia por primera vez y conocimos a Sasha. En 2019 volvimos a ir de gira, pero ya con un show más armado, y él nos armó una gira alrededor de Eslovaquia. Generamos un lazo tan profundo con él que entre 2019 y 2021 nos quedamos a vivir en Bratislava, la capital de Eslovaquia. Ahí conocimos un grupo de amigos muy bonito que se juntaba los sábados a tocar música y jugar al ping pong en una sala de ensayo. Esas jornadas fueron fundamentales para nosotros en nuestra relación con la música y también en hacer de Bratislava un nuevo hogar para nosotros. Parte del disco lo grabamos en nuestra casa en Bratislava y otra en una casa que nos prestó nuestro amigo Filip en medio de las montañas, en un pueblo que se llama Hradište. Fue una experiencia muy especial.
¿Quedó alguna anécdota particular de ese viaje?
Sobre el disco y su factura tenemos innumerables anécdotas, pero una que está claramente plasmada en el álbum es el sample principal que comienza la canción «Contact Dogs». Ese sample es un video que filmamos luego de una noche de mucho baile y diversión jugando con Sasha y Lore en una especie de metalófono que se toca con los pies que está en el centro de Bratislava. Siento que esa canción tiene esa inocencia del juego entre amigos y refleja lo bonito de nuestro tiempo allá. En esa canción también participan Michal Bacigal en batería y Ozancan ?im?ek en Saz (un instrumento tradicional turco). Con ellos compartimos mucho en esas improvisaciones que mencionaba y le dieron esa energía fresca al disco.
La esencia musical de Helado Infinito
El álbum tiene varios estilos y climas sonoros, ¿sienten que en esa variedad de géneros está la esencia musical de Helado Infinito? ¿Encontraron un sonido que los represente?
Gran parte de la esencia de Helado Infinito es el cambio constante. Este disco habla bastante de eso, de cómo nos hace bien cambiar de aire para entendernos mejor, descubrirnos de otra manera y al mismo tiempo renovar nuestra relación con todo lo que nos rodea. Esa variedad de estilos que escuchás es literalmente todo lo que fuimos escuchando este último tiempo, todos los sonidos con los que convivimos y que nos motivan actualmente. Este disco representa totalmente nuestro presente, cómo vivimos, cómo pensamos, cómo queremos ser, nuestros conflictos y nuestras ganas de vivir y convivir, de ser parte de algo más grande. Representa a nuestra comunidad de gente de todo tipo esparcida por todo el mundo buscando vivir a su manera, buscando por buscar.