Nuestra sección Rock del Interior entrevistó a Negro Can, una banda que ya tiene ocho años.
En los rincones de la mediterránea ciudad de Córdoba, se esconden personajes que salen de sus escondites para deleitarnos con su arte. Vienen de distintos puntos de la ciudad y se reúnen con el sólo objetivo de darle vida a un movimiento cultural. El rock, los aglutina y alimenta. La música, los mantiene en pié. En un recoveco alejado del bullicio urbano, José Gampel y Nicolás Ramos se reúnen para darle vida a esta entrevista. Ambos conforman una de las agrupaciones más importantes de “La Docta”: NEgRO CAN.
La banda surge en el año 1994 como un proyecto de compañeros de colegio; en su momento los integrantes fueron José María Lona y José Gampel, y por estos días comenzaron a trabajar en la grabación de su primer CD. Luego de numerosas variaciones en la formación de la banda, en el 2001 se incorpora Nicolás Ramos, quedando finalmente conformada del siguiente modo: José María Lona Bognar (guitarra y voz), José Eusebio Gampel Menso (bajo y coros), Benjamín Roure (primera guitarra y coros), Nicolás Ramos (batería) y Carlos Marcelo Moncunil Secchi (armónica, percusión y coros). “NEgRO CAN, mas que una banda, es una telaraña de personas que en algún momento se tuvieron que ver y después la vida los juntó”, sintetizó Gampel
Periodista (P):¿cómo llegan a tener la formación actual?
José Gámpel (JG): En la Facultad de Derecho conocimos a nuestro armoniquista, así este personaje muy curioso entro a la banda. Un día nos escuchó y nos encaró en la facu porque quería entrar a la banda, le dijimos que tocara la armónica y se metió a estudiar en una academia, y de repente nos dimos cuenta que era un blusero nato.
A finales del 2000 ya se avizoraba un cambio en la banda porque había muchos desencuentros en entre los integrantes de la banda. La música tienen un poco de eso, ya pasa de ser una amistad y pasa a ser algo artístico donde por ahí diferentes formas de pensar lo que es la música llega a enfrentarte. Por tantos enfrentamientos cambiamos algunos músicos, pasaron 2 bateristas, 3 primeras guitarras y mucha agua bajo el puente.
(P): Nicolás, ¿Cómo fue tu llegada a la banda?
Nicolás Ramos (NR): Yo siempre estuve cerca de NEgRO CAN y por una cosa u otra nunca los había podido ir a escuchar en un show. Yo siempre toque alternativo, pero después estuve haciendo un año y pico de folclore, me quebré un tobillo y no estaba físicamente para volver al instrumento, además la banda exige velocidad y mucha fuerza. Entonces en la base de que nos entendíamos y que éramos todos amigos, decidieron aguantarme hasta que me recuperara. En julio del 2001 me sumé y empezamos a trabajar. La idea es que nos llevemos bien, creo que en todas las bandas que me ha tocado estar siempre el grupo es lo más complicado y lo más hermoso a la vez, en el sentido de grupo humano.
(P): ¿Cómo trabaja NEgRO CAN para sus presentaciones?
(NR): Se asentaron algunas bases en la forma de trabajar; más allá de que uno no cobre o no sea un virtuoso del instrumento trata de hacerlo con el mayor profesionalismo posible: ensayar determinada cantidad horas, ponerse objetivos claros, llegar a horario y que los objetivos sean cumplidos. Nosotros nos juntamos siempre con la idea de que lo que hacemos sea útil para el sonido de la banda y la puesta en escena.
No tenemos representantes, creo que en Córdoba ninguna banda lo tiene, y son pocas las que tienen la posibilidad de tener una agenda apretada; nosotros por ponerle el pecho pudimos hacer muchas fechas. Al tocar también tratamos de ser lo más profesionales posible: nos cuidamos entre nosotros y tenemos la confianza para decirnos que lo que hace el otro da pena y saber recibir bien la crítica.
(JG): Creo que es importante eso que hemos logrado, de poder aceptar la parte artística y estética que pide cada uno de los integrantes, porque por ahí uno piensa que esta tocando lo mejor del mundo y no es así. Y si tenes 4 cabecitas que te están diciendo “loco estás dando asco” no puede ser que uno sea el único capo. Lo bueno está en que cada uno sabe aceptar las sugerencias del plantel. Eso nos lo ha dado el tiempo: la madurez de aceptar las limitaciones de cada uno.
(P): ¿Qué cosas marcaron un antes y un después en la banda?
(NR): La banda tocó en diciembre del 2000 con en el camión de la cerveza que auspicia a Rock and Pop, después de ganar un concurso en Buenos Aires. El recital salió en vivo para todo el país y creo que fue un hito para la banda. Antes en el 2000, los chicos tocaron con Cien Fuegos de Buenos Aires.
Creo que es muy importante que la banda en vivo suene mejor que en la grabación, aunque tengas el mejor estudio. En vivo la banda te tiene que romper la cabeza. A mi me gustó eso, que la banda trasmitía mucho arriba del escenario. Además los temas son todos propios y reflejan los distintos períodos de los integrantes y la evolución de la bada.
(P):¿Cómo fue el dejar de hacer covers y componer ustedes los temas?
(JG): Empezamos a ensayar y a pelearnos por el tema de la música. Discusiones van y discusiones vienen, transcurrieron los primeros 3 años, hasta que en el 97-98 dijimos “paremos la pelota”, había que separar aguas y ver el rumbo que queríamos tomar cada uno, era una elección de vida. Los que quisimos seguir con la banda como una forma de vida nos fuimos por un lado y los otros por el suyo.
Yo creo que hacer temas propios diferencia las aspiraciones de la banda, una banda que hace covers toda la vida busca satisfacer su necesidad mínima de vida, de sustento.
(NR): Hay mucha gente que le va bien tocando todos los fines de semana covers por el dinero.
(JG): Hay que diferenciar al músico trabajador y el que la lucha desde otro punto de vista. Son los dos luchadores, pero uno va por lo de uno y el otro por lo seguro. Vos haces un cover y sabes que va a tener aceptación y te van aplaudir, pero lo otro es mucho más arriesgado.
(NR): Pienso que tenes dos tipo de banda que pueden hacer covers: una cosa es la banda que recién se forma que tiene que utilizar al cover dentro de su etapa de aprendizaje, eso es una etapa, pero después llega un momento en que tus necesidades creativas te van a llevar a que quieras hacer algo tuyo, por bueno o malo que sea, el salto es importante en el sentido de que estas canalizando toda tu creatividad.
Hay que diferenciar también lo que es un músico de un proyecto de músico y nosotros creo que ya estamos en el medio de ese camino, por eso podemos darnos el lujo de no tener que prostituírnos tocando temas de otros o cuarteto, o lo que sea.
(P): ¿A qué le canta NEgRO CAN?¿En base a qué componen los temas?
(NR): Nosotros buscamos novias para el guitarrista que lo hagan sentir mal y con eso escriba…. (risas)
(JG): Creo que es bastante simple lo que es el arte en sí: El arte esta compuesto por sentimiento y las cosas que te provocan mayores sentimientos son el amor, la tristeza, el sufrimiento, el odio. Son cosas que te rodean todo el tiempo y es la forma en la que fluctúa la vida. Además yo considero que una persona que no ha leído nada no puede escribir, y nosotros tenemos la suerte de estar nutridos de toda esa cultura, de gente que ha podido leer un montón de libros. Las letras las escribe casi todas José Lona y algunas las hice yo. Básicamente se nutren de esas cosas, de los sentimientos y la literatura.
(NR): Por suerte no abundan las canciones alegres, por lo menos a mi las canciones alegres no me sirven, eso se lo dejamos a Diego Torres para que cante por la esperanza, ojo que lo respeto mucho y sabemos que somos un “picho” al lado de la banda que él tiene. Pero ese no es nuestro estilo, tampoco somos los Auténticos Decadentes.
(JG): Las letras salen como tienen que salir, si un tema es de dos notas tienen dos porque nos gustó y listo y si tiene 20 mil, bueno, tiene 20 mil
(NR): Eso que dice José es muy importante, en el sentido de que cuando uno empieza a estudiar quiere poner todo lo que puede hacer en los temas, y creo que estamos en un momento de nuestras vidas en el que más que poner todo lo que sabemos hacer buscamos la naturalidad del tema, ver lo que pide la canción: si te pide que le claves un sextecillo de semicorcheas, por decirte algo, cuando lo pongas te va a quedar bien, pero si no, te va a quedar mal. Estamos convencidos de que la simpleza aveces te lleva a algo superior, es ver que es lo que te esta pidiendo el tema, la letra, el estilo de la banda.
(P): En vivo, ¿la cosa cambia?
(JG): Los que nos ven en la prueba de sonido, nos ven con los instrumentitos, Nico con sus baquetas…
(NR): ¡Dale, decílo!..
(JG): Bueno, Nico con su cara mas de físico matemático que baterista de rock
(las bromas entre ambos no se detienen). Y que es lo que piensan: “por estos vagos no damos ni dos porotos”. Somos personas que nos ven y somos tranquilos, pero cuando salimos a escena con nuestra vestimenta clásica que cada uno tiene asumida,_ y no es un disfraz_ subimos, vemos el lugar, no importa si hay 10 o 2 mil personas, ése es el momento y vamos a tocar. Cuando largamos es como si se encendiera una fiera dentro nuestro, se produce una catarsis, una metamorfosis, los mismos que nos veían la prueba de sonido ahora dicen “esos tipos están poseídos”… y si, la música es lo que nos tiene poseídos.
(P): ¿No les preguntan si consumen alguna sustancia?
(NR): Más de una vez nos han preguntado qué nos tomamos o que fumamos. Nosotros tenemos la política de no tomar ni siquiera un trago de cerveza antes del show por una cuestión de que queremos estar 100% físicamente.
(P):¿El público como los recibe?
(JG): Creo que el tema de la aceptación del publico crece en la medida en que la banda demuestra que está para más. Esta es una banda que se preocupa en todos los detalles y eso hace que la banda crezca. Si bien ninguna banda de Córdoba rompió la brecha, siempre hubo bandas que estuvieron ahí.
(P):¿Qué faltó para que el rock de Córdoba traspase la frontera con Buenos Aires?
(JG): Las bandas no llegan porque siempre en el momento de dar el paso, hay algo que los agarra. Que se te casa un músico, o entran a pelear por el tema de firmar o no con la discográfica, etc. El tema acá es tener un objetivo claro, saber hasta donde esta dispuesto a dar cada uno, una vez que tenemos todo claro el salto a Buenos Aires se puede dar. Además esta el tema de preocuparse por estudiar y formarse musicalmente.
(NR): Yo creo que le ha faltado a córdoba el carácter de movimiento. Por lo general cuando surge una banda del interior está soportada por todo un movimiento de bandas, como fue en su momento la trova o la movida de Rosario. En Córdoba hay siempre esfuerzos aislados. Nunca tuvimos productores artísticos que los guíen a los músicos. Córdoba va por el buen camino porque está empezando a tener lugares donde tocar, hay algunos sitios donde te hacen la difusión y te dan un trato justo, te dan las condiciones para que vos lo único que tengas que hacer es ir y tocar. En la medida en que sigamos sumando gente como esa y nosotros demos un buen espectáculo, nada es imposible.
Hay mucha gente que tiene la cultura de grandes recitales, pero todo lo que sea de afuera se acabó. Ahora los productores van a tener que comenzar a exportar grupos al exterior y trabajar con los locales dentro del país. En ese sentido, es el momento de NEgRO CAN, y de todas las bandas de Córdoba, para pegar el salto y animarse.