El trío cordobés debuta en el Luna Park ocho meses después de su último show.
«La última vez que subimos a un escenario fue en febrero. Tenemos muchas ganas de volver a presentarnos en vivo. Acumulamos una energía increíble durante todo este tiempo que nos permitirá materializar nuestra primera actuación en un lugar emblemático de nuestro rock», describe Gabriel Pedernera, baterista de Eruca Sativa.
Tras la maternidad de Lula Bertoldi y Brenda Martin, la banda ofrece el único concierto del año en el mítico estadio porteño el próximo sábado 3 de octubre. «Nos invadió el miedo lógico de toda persona ante un nuevo reto. Sin embargo, sentimos que era la decisión correcta», confiesa.
«Regresaremos a nuestra formación tradicional. Volveremos al sonido más crudo que producimos al tocar los tres solos», anticipa Pedernera sobre el debut en el Luna Park.
¿Qué recuerdos tenés del reencuentro en los ensayos?
¡Estuvo buenísimo! Fue una emoción muy fuerte volver al ritual de juntarnos en nuestra sala. Es un momento sumamente íntimo dónde compartimos música, charlas y mates. De todas formas, nunca dejamos de vernos. Estuvimos en contacto todo el tiempo para acompañarnos durante el nacimiento de los bebés.
¿Cómo planearon el regreso?
No sabíamos cuándo ni cómo volveríamos. Repentinamente, surgió la idea de presentarnos en un lugar con dimensiones mucho más grandes. Apostamos a un concierto en un estadio con todos los riesgos que implica. Imaginamos el show y terminamos absolutamente convencidos. Encarar un regreso de esta magnitud fortaleció al grupo tanto en el aspecto humano como a nivel artístico.
¿Cuándo percibieron que estaban preparados para volver a tocar?
El natalicio de Julián y Emilia ocasionó modificaciones significativas en la cuestión operativa de la banda. A medida que las chicas fueron sintiéndose mejor, comenzamos a encontrarnos para armar una nueva lista de temas e idear una puesta en escena. No había una fecha en la agenda ni demasiada planificación. Todo ocurrió de un modo muy natural.
#NoPuedenCallarLaVoz
En el año 2008, Eruca Sativa edita su primer álbum: «La carne». Los músicos eligen el fragmento de la canción «No pueden», perteneciente al mencionado disco, para anunciar su retorno y la salida de un single titulado «Nada salvaje». «La frase representa correctamente el período actual de la banda tras varios meses de ausencia», explica el baterista.
«Nos encerramos a intercambiar conceptos para un posible disco. En ese contexto, aparece Nada Salvaje. No queríamos publicar nuevo material a las apuradas pero teníamos la intención de mostrar cómo suena la banda hoy. Es una perlita entre el DVD Huellas digitales y el álbum que grabaremos el año próximo», detalla Pedernera.
Posteriormente, revela que el sencillo grabado en Romaphonic, mezclado por Aníbal Kerpel y masterizado por Tom Bakeren en Estados Unidos no integrará el setlist del LP que registrarán durante el verano de 2016.
«Me parece interesante musicalmente debido a la mezcla entre el sonido fuerte típico del grupo con la incorporación de sintetizadores y samplers», analiza.
Tanto la estética como el sonido mutaron hacia una faceta más electrónica, ¿qué motivó ese cambio?
Particularmente, pienso que el músico no debe abandonar la investigación. Explorar sonidos y animarse a cambiar es atractivo. Quedarse en lo conocido no tiene valor. Nuestro objetivo es aprender cosas nuevas para trabajar con herramientas diferentes. Huellas digitales nos conectó con la electrónica. Descubrimos otros instrumentos y es muy difícil volver atrás. Los diferentes estilos no deben ser prisiones sonoras. Al momento de crear, es mejor hacerlo libre de prejuicios.
Foto: Luciana Dattoma