La escritora y cineasta dominicana presenta «Dembows Filosóficos Vol.3» como una invitación a la introspección.
Elisa Carolina MS da sus primeros pasos en la música durante el 2017. Su vasta experiencia como artista contribuye al desarrollo de este proyecto musical alternativo de rap fusión y dembow. Algunas de sus principales influencias musicales son: Ana Tijoux, Calle 13, Danay Suárez, Residente y Rita Indiana. La canción «Quiero que» gana en 2020 el tercer lugar en el V Certamen Internacional de Composición de Canciones, organizado en España por el magazine La Brújula del Canto. Su propuesta musical es una invitación a reflexionar críticamente sobre la sociedad y nuestro rol en ella; y a dejarse llevar por los sentimientos.
¿Cómo nace Elisa Carolina MS como proyecto musical?
La vida me llevó a conectar con el productor con el que hice mis primeras canciones. La música, sin embargo, me tocó mucho antes. He amado el hip-hop, el rap y las posibilidades infinitas que ambos ofrecen desde los 7 años. De pequeña, solía escribir mis propias letras para los temas que escuchaba en la radio o en la televisión, aquellos que no lograba sacarme de la cabeza y tarareaba constantemente.
Tras conectar con Alex Mala Junta, me lancé de lleno a esta aventura sin tener muy en claro lo que sucedería. Lo que sabía es que con todo mi quehacer artístico, quería conectar con la gente y tender puentes. Buscaba encontrar puntos en común, crear el espacio para tener conversaciones difíciles y necesarias. Centrarme en las similitudes detrás de cada historia porque, al final del día, creo que están entrelazadas.
¿Cuál fue la musa inspiradora de estos últimos sencillos que estás presentando?
Me encanta esta pregunta. Creo que la musa inspiradora fue el conjunto de sentimientos encontrados y preguntas incómodas que surgieron a raíz de la pandemia provocada por el COVID-19. Con el proyecto de los dembows filosóficos siempre me he planteado invitar a quien me escucha a mirar hacia dentro.
El encierro, en especial al inicio, nos obligó de manera colectiva e individual a enfrentarnos al espejo para hacernos preguntas como: ¿quién soy? ¿qué quiero hacer con mi vida? ¿cuál es mi propósito? y otras preguntas así.
Por el tipo de vida que llevamos en esta sociedad que nos empuja, como si de un deporte competitivo se tratase, a vivir desconectados de nuestro mundo interior, plantearnos preguntas como esas y tener que enfrentarnos a las respuestas, da inicio a un proceso introspectivo que mueve los cimientos sobre los que nuestras vidas se sostienen. Esa incomodidad necesaria constituyeron el espacio que hizo nacer los dos volúmenes más recientes de los dembows filosóficos.
¿Por qué decidiste lanzarlos como volúmenes?
Esto responde al porqué de su existencia. Los dembows filosóficos no siguen una estructura convencional. Son mensajes cortos. Cada uno es un «dembowcito» que invita a la reflexión. Su raison d’être es extender esa invitación.
Mi visión es que sea una especie de guía meditativa o catalizador que permita a la persona dar cierta estructura y orden a su proceso introspectivo. Agrupar estas contemplaciones breves en volúmenes me permite extender más de una invitación en el tiempo que dura una canción comercial. De esa manera, se enriquece la experiencia post–escucha de las personas.
¿Cómo se trabajaron dentro del estudio?
Los dembows filosóficos vienen de la mano de Mega Sonido Estudio, de Jonathan. El proceso ha sido bastante orgánico. Trabajé con la letra en función de lo que iba sintiendo, o de lo que me parecía que deberíamos explorar en conjunto como sociedad. Esto tomó tiempo.
Una vez tenía las letras, al llegar al estudio, fue cuestión de volver a conectar con la intención primordial detrás de lo que escribí. Ahí montamos las voces y dejé que Jonathan, alias Mega Sonido, haciera su magia.
Me rehúso a dejarme arrastrar por el afán de «sacar arte por sacar», porque deja de ser arte y se vuelve otra cosa. Detesto la idea de actuar en función del falso sentido de urgencia de la industria del entretenimiento, y de la música en particular, porque «hay que mantenerse relevante». Entiendo los factores comerciales y aspectos del negocio que juegan un rol en este modo de operar. Sin embargo, es algo fatal para el trabajo de los artistas. Creo que ha hecho mucho daño.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos sonoros?
Los mayores desafíos se originaron en el tipo de ritmo y el argumento de que era algo repetitivo y monótono. Sónicamente, el dembow ha ido evolucionando en los últimos años y confié en Jonathan, en sus ideas y en su forma de trabajar.
El principal desafío fue lograr que, dentro de los volúmenes, cada «dembowcito» fuera único y pudiera sostenerse como una pieza original, si se fuese a consumir de manera aislada.
¿En qué punto se une el perreo con la filosofía?
Es algo que ha existido desde mucho antes. No creo tener la respuesta. La unión de ritmos dignos del perreo más intenso con mensajes de corte reflexivo y de denuncia social es uno de mis primeros recuerdos cuando empecé a interesarme en este tipo de música; incluso si en aquel entonces no tenía las herramientas para identificar todos los elementos que entraban en juego y que hacían que canciones fueran una bomba.
En el caso de algunas otras, que no forman parte de los dembows filosóficos, me he enfocado en explorar mi mundo emocional y experiencias a través de distintos sonidos. Se trata de algo más poético, por usar una palabra. La verdad es que con los dembows filosóficos no podría señalar el punto en que el perreo se unió a la filosofía. Estaban unidos desde que decidí dar forma a esa faceta de mi proyecto.
¿Tenés algún referente argentino con la que te gustaría compartir escenario o un dueto?
¡Claro que sí! Me encantaría colaborar con Fémina, Valen Etchegoyen, Kris Alaniz o Shitstem. Sería muy cool también trabajar con Nathy Peluso.
Estamos hablando de música, pero no puedo dejar de mencionarlo. En cine, me encantaría trabajar con Lucrecia Martel.
Hablemos de las presentaciones que se vienen y los objetivos para el 2023.
El pasado 9 de diciembre pude compartir escenario con artistas de talento infinito de mi país y otros de Latinoamérica. Creo que es señal de que el 2023 viene bueno. Ya les mantendré al tanto de las oportunidades que surjan.
Para este año quiero sacar más música y presentarme en nuevos lugares. Hay un proyecto de viaje a un país que llevo muy cerca del corazón para ir a compartir mi música con la gente de allá y ver qué pasa. Espero que todo fluya y se pueda hacer.