Bajo el nombre de «Vaquero», el compositor y cantante Daniel Melero ha editado un álbum en el que no sólo pone el acento en las melodías sino también en la sustancia de las letras, en las que reflexiona sobre el amor, la vida y la necesidad de que cada uno recorra su propio camino y lleve sus sueños adelante.
«En este disco quise comunicar experiencia», dijo Melero, quien presentará sus nuevas canciones el 11 de agosto próximo en el Club Español de la Capital Federal, y añadió: «Es un álbum que se plantea aspectos existenciales en casi todas sus canciones y usa como resaltador de sus textos a la muerte, aunque habla de la vida todo el tiempo».
A pesar de la apelación a la música country que supone el título del disco -y que refuerza la instrumentación de algunas de sus canciones-, esta nueva experiencia musical de Melero se acerca más al estilo de artistas seminales del rock argentino, como Lito Nebbia y Almendra, y al pop inglés del álbum triple «Todo debe suceder», del ex Beatle George Harrison.
«Tiene una temática muy intensa e interesante, relacionada con el hecho de haber alcanzando mi propia madurez como compositor y no seguir tocando temas adolescentes. Creo que funcionan de muy buena manera para la gente de mi edad y para los jóvenes, desde la comunicación de la experiencia de un ‘freak'», afirmó Melero en entrevista con Télam.
«Vaquero», que acaba de salir a la venta y está formado por 11 canciones breves pero luminosas, tiene el aditamento de ser la primera colaboración de Melero con el guitarrista Miguel Botafogo, con quien el músico prometió volver a trabajar próximamente: «Es la primera vez que colaboro con Botafogo y no creo que sea la última», aseguró.
Melero recordó que, aunque nuevo, «el disco empezó a gestarse junto con ‘Tecno’ -su obra anterior, en la que incursionó con originalidad en la música electrónica- y hasta iba a salir antes, pero ciertos requerimientos de producción instrumental llevaron más tiempo de lo previsto».
“Vaquero” es el hermano opuesto de ‘Tecno’, aunque ambos discos tienen en común que fueron grabados y mezclados en una computadora. Es tan tecnológico como ‘Tecno’ -un disco diseñado con sonidos virtuales extraídos de Internet-, pero sin su lenguaje tecnológico, ya que usé instrumentos y arreglos en estudio, sin ni un solo sintetizador», explicó el músico.
«En realidad -siguió Melero- son como dos siameses separados, que incluso compartieron algunos órganos al nacer, como ‘Primitivo’, una canción que en principio estaba pensada para ‘Vaquero’ y terminó incluida en ‘Tecno'».
Y añadió: «También es un disco de canciones muy instantáneas, un disco que apunta más a las armonías, y en ese sentido está más ligado a ‘Piano’, donde empecé a tener un deslumbramiento por la armonía y comencé a aburrirme del sonido sónico».
«La estructura lírica de este disco es nueva con respecto a otros. Sus canciones entran en una temática más adulta. Por empezar yo nunca antes había bajado línea, pero acá hay un par de canciones que lo hacen y un par de letras que en otras épocas yo mismo hubiera criticado», admitió Melero.
Temas como «Tu vida empieza hoy», «La vida es caprichosa», «Tormenta personal», «No es tan simple», «El reino de los sueños» o la bellísima «Ví el amanecer», le sirven a Melero como base de profundas reflexiones sobre la vida, la muerte y los sueños a ser realizados y le permiten cantar: «/…/el destino está marcado/ pero vos elegís como llegar/…/».
«En definitiva -agregó-, estas canciones alientan a que cada uno haga lo que quiera y a que invente sus propias ilusiones, sus propios sueños, y los lleven adelante».
«Lo que más me gusta de este disco es que tiene una puerta tan amplia que mucha gente va a pensar que es bastante fácil acercarse a mi música. Es una casa con una puerta muy grande, pero una vez adentro te podés encontrar con recovecos y baúles que no se abren hace mucho tiempo», graficó el artista.
Melero reconoció que hizo «un par de discos raros» y dijo que actualmente siente que le atraen «mucho más los criterios de composición pop, porque prefiero la sencillez de una canción bien entregada a los productos de aquellos que dicen que experimentan con la música».
«Desconfío de la capacidad de la música rock para hacer revoluciones», dijo el músico y opinó: «Creo que las revoluciones ya no pasan por el rock sino por otros lados. El uso del Internet, por ejemplo, es un lugar por donde estoy seguro que puede llegar la próxima revolución cultural y social».
«Tampoco creo en la experimentación en el campo de la música -agregó escéptico- porque ya fue desde el silencio de John Cage a la cacofonía de Sonic Youth, mientras que en el medio existió la canción, la electrónica y los sonidos de los instrumentos acústicos tocados de manera perversa».
«Esos recorridos ya fueron hechos y el que cree que experimenta cuando los hace, sencillamente ignora la historia de la música», concluyó.
