Carolina Pacheco nos abre las puertas a su mundo musical a través de su último álbum, «La máquina de romper». En esta nueva producción, Pacheco regresa a sus raíces rockeras, explorando contrastes y abordando temáticas profundas.
La artista, tras una etapa exploratoria en la que incursionó en sonidos más electrónicos, decide retornar al formato clásico. Según sus propias palabras, «Tenía ganas de regresar al formato de batería, bajo y guitarra, porque lo extrañaba. En realidad, extrañaba el rock». Este cambio de dirección creativa surge tras experiencias significativas como su maternidad y la vivencia de la pandemia, que la llevaron a reflexionar sobre su arte, según comenta en una entrevista al periodista Yumber Vera Rojas.
«La máquina de romper» se presenta como un disco de contrastes, reflejando el duro contexto actual con una mirada sensible y empática. Para Pacheco, la ternura es fundamental en tiempos difíciles: «Para la lucha, la resistencia y lo colectivo, se necesita tener más ternura». A través de sus letras, aborda temas como la vida, la muerte, el cuidado y el duelo, explorando el contraste entre momentos de alegría y tristeza que marcan su experiencia personal.
En cuanto al proceso creativo, Pacheco destaca la importancia de la composición como vía de escape y catarsis. A pesar de enfrentar desafíos logísticos y personales, logra dar forma a un disco que refleja su evolución artística y emocional. En este sentido, la autoestima juega un papel crucial: «Usé todo lo que tenía, y en el proceso de esperar a que se masterizara el disco, me encargué del arte de tapa y empecé a componer otra vez. De manera que se fue juntando material nuevo. Si ya sentía que era autogestiva, ahora pasé a sentirme aún más empoderada».
En cuanto a la colaboración en el álbum, Pacheco destaca la participación de músicos como Tommy Lucadamo, Claudio Lafalce y Gastón Massenzio, quienes aportan su talento y experiencia al proyecto. El resultado es un trabajo que fusiona la sensibilidad de Pacheco con la energía y virtuosismo de sus compañeros de ruta.
En cuanto a la escena musical actual, Pacheco reflexiona sobre la perseverancia y el impacto de su generación de artistas, surgida a principios de los años 2000. A pesar de los desafíos, encuentra motivación en el deseo de comunicarse a través de la música y conectar con su público: «Puedo vivir de otras cosas. Pero cuando me siento triste, es inevitable que me den ganas de agarrar la guitarra. Es lo que suelo hacer cuando quiero hablar sobre algo».