De esa energía mística que todo lo rodea en el universo imaginario de Star Wars toma la idea la cantante platense y, batiéndose entre el lado oscuro y el luminoso, la vuelca de lleno en uno de los mejores discos de este año: «La fuerza».
«Me gusta decir que es un álbum de rock y amor –afirma Carmen Sánchez Viamonte-. Busqué retratar y reflexionar sobre las formas en las que nos relacionamos hoy. Hay una influencia permanente que nos lleva a encerrarnos en nosotros mismos, a individualizarnos. El falso contacto de las redes nos hace construir vínculos poco profundos y eso lleva al fin y al cabo a que haya mucha tristeza generalizada, mucha falta de contacto humano verdadero. Este disco busca que nadie se sienta solo e incentivar otra cosa».
¿En qué se diferencia «La fuerza» con tus dos anteriores discos?
En muchas cosas. Para empezar, es el primer álbum solista que hago en banda, y específicamente en un formato de banda de rock. Desde las letras, me encontré de nuevo con una vieja forma de escribir que tenía, con la que hoy me siento muy cómoda: tocar las profundidades, pero mezclado con humor, con picardía, y sin miedo a la ternura, a ser cursi, a exponerme. Si «evolucioné» fue principalmente en el sentido de sentirme más cómoda conmigo misma y asimismo con mis canciones.
¿Qué tan influenciado por la pandemia está este disco?
Está cien por ciento influenciado por la pandemia. Surgió en estado de aislamiento total y eso colaboró mucho con que pueda expresarme tranquila. La fuerza para componer y en general para seguir adelante siempre fue el amor. Suena trillado, pero es la verdad. Tengo la suerte de vivir en un ambiente de contención. Al mismo tiempo, las mismas canciones me generaban fuerza y energía.
¿Lo sentís como el más personal de tus trabajos?
No sé si es el más personal de mis trabajos, porque en todos puse mucho de mí de una forma transparente; pero sí es, hasta el momento, en el que me he sentido más identificada, durante el proceso y posteriormente también.
Durante la cuarentena hiciste varios vivos en Instagram mostrando algunas canciones de «La fuerza», ¿te sirvió para testear la repercusión previa al lanzamiento?
Sí, totalmente. Fue un testeo totalmente inconsciente. Yo hacía esas canciones para contar cosas, para desahogarme, para comunicarme, y necesitaba cantarlas para sacarme ese sentimiento de adentro o al menos compartirlo con alguien, y la recepción que iban teniendo me fue marcando el camino.
En 2020 arrancabas un proyecto grupal y me decías que militabas el trabajo en equipo, luego vino el encierro y la soledad obligada, ¿qué cosas te motivan hoy para volver a encarar un proyecto solista?
El proyecto solista no deja afuera el trabajo en equipo en absoluto. La única diferencia es que hoy me paro en otro lugar con respecto a la toma de decisiones en general, pero el trabajo sigue siendo compartido y sin mi equipo no podría lograr nada. Durante el encierro tuve tiempo suficiente para encontrarme conmigo misma y con mis verdaderos deseos, y eso fue motivación suficiente. También, el saber que tengo gente cerca que me genera mucha confianza y seguridad.
Jugando un poco con la idea de «la fuerza» en Star Wars, ¿qué personaje de la saga crees que protagonizaría y empatizaría más con el concepto del álbum?
Creo que es un álbum muy de los contrastes y los extremos. Entonces, en ese sentido, la Princesa Leia tiene mucho que ver con el costado optimista, feminista y guerrero de las canciones. Pero también Darth Vader está bastante relacionado y es de hecho uno de mis personajes favoritos, tiene mucho que ver con el concepto del disco: se convirtió en villano por no tener un rumbo claro, por no estar en contacto real consigo mismo y con las personas que lo querían, y además es un villano con la posibilidad de redimirse.