Previo a las presentaciones del 6 y 20 de diciembre en Vórterix y el Teatro de Flores, respectivamente, Hernán Valente, cantante y guitarrista de Cadena Perpetua, adelanta las novedades de la banda y analiza la escena rockera post Cromañón.
¿Qué nos podés adelantar de las próximas dos fechas en Capital?
Vamos a hacer dos listas totalmente diferentes incluyendo temas que no suelen estar en los shows habituales.
¿Cuáles son los planes de Cadena Perpetua teniendo en cuenta que desde «Plaga» (2010) no sacan un disco de estudio de larga duración?
Después de «Plaga» hicimos un EP que se llamó «Armas y opios» y hace poco sacamos un EP junto a Jauría, «Un golpe de suerte». Estamos cada uno de nosotros con un bebé nuevo y se nos hace difícil armar un disco full por una cuestión de tiempos. Pero sí, está en nuestros planes hacerlo cuanto antes porque sabemos que lo necesitamos para el vivo. Quizás por una cuestión de tiempos no salga el año que viene, pero nunca se sabe. Tenemos estudio propio y no dependemos de ningún sello, por lo que puede ocurrir, como no. Temas nuevos hay, pero nos lo tomamos con calma. No somos una banda que hace discos muy seguido, somos una banda bastante responsable con las letras, no nos gusta poner cualquier cosa.
El último disco fue producido por Juanchi Baleirón. ¿Tienen pensado volver a trabajar con él?
Cada disco tiene su momento y somos de variar para que no se parezcan entre sí y para también nutrirnos a nosotros mismos de trabajar con gente tan grosa. Me parece que está bueno ir cambiando de colores, así que ojalá podamos trabajar con alguien diferente.
¿Saldrá algún material en vivo?
En marzo va a salir el DVD de la presentación de «Plaga» en el estadio Malvinas y como se cumplen 15 años de un disco que fue muy importante para nosotros que se llama «Largas noches» vamos a reeditarlo junto con un DVD que incluye ese álbum tocado en vivo en un estudio, para que la gente pueda ver cómo suena tantos años después.
¿Ese fue el disco que más marcó su carrera?
Creo que sí, a partir de ese disco pudimos hacer Cemento solos y fue muy importante. Pensábamos que iba a pasar todo lo contrario, ya que la mayoría de las letras tratan de cuestiones personales y experiencias vividas y por ahí no iban a significar demasiado para la gente que estaba acostumbrada a letras más sociales, pero sin embargo, por suerte, pasó todo lo contrario.
¿Qué les genera la muerte de Omar Chabán y todas las acusaciones que se cruzaron entre las partes teniendo en cuenta la importancia de Cemento en su carrera?
Con la cultura hizo muchísimo y ayudó a muchas bandas a tocar, pero eso no lo salva de la responsabilidad que pudo haber tenido en la tragedia. Cuando uno hace algo, sea lo que sea, hay un grado de responsabilidad y lamentablemente ya no está entre nosotros y tuvo que pagar por lo que pasó ese día nefasto.
¿Cómo ves los cambios que se dieron en la música a partir de la tragedia?
Me parece que lo bueno es que los lugares están más adaptados a un evento en cuanto a salidas de emergencia y seguridad en general. Esa es la parte más positiva. Y respecto a lo negativo es que se creó un bache que duró dos o tres años al no haber lugares donde tocar y muchas bandas terminaron disolviéndose. Todo esto se dio hasta que se volvió a armar el circuito. Eso creo que algún momento lo vamos a sentir.
¿Cómo ves la movida del rock en general teniendo en cuenta que años atrás veíamos una renovación de bandas cada 4 ó 5 años?
Justo hablábamos eso con los chicos. Nosotros formamos parte de un movimiento de los ’90s que nunca se volvió a repetir. Todos deseamos que se vuelva a dar eso otra vez. Hay muchas bandas nuevas pero lo que veo que falta hoy es esa unión que había en los ’90s. Antes estaban los festipunks y los compilados como el «Buenos Aires Hardcore» que en su momento ayudaron mucho. De todos modos, está Internet y los estudios hogareños que, si se complementan con la unión de la que estoy hablando, se podría armar un lindo ruido. Eso queda en manos de las bandas que están naciendo, pero también de las grandes, no cobrándole a las bandas chicas para tocar, por ejemplo.
¿Eso pasaba antes?
Sí ocurría, pero las bandas chicas poníamos un poco más de respeto. Ayudábamos a repartir volantes, a pegar afiches, pero no es que íbamos con la guita para tocar. Hoy ya está más aceptado. Eso es culpa de todos: de las bandas que piden guita y de las que pagan. Nosotros desde hace muchos años tratamos de evitarlo. Las bandas que tocan con Cadena siempre son invitadas. Nos gusta dormir tranquilos y prefiero ir al supermercado y comprar menos cosas que comprar más con la guita de un pibe que pagó para tocar con Cadena.
¿Qué fue lo que más te sorprendió en un show?
Tener la posibilidad de llegar al primer Obras, al primer Cemento. De tocar en México y Paraguay y que conozcan nuestras canciones. Esas cosas te hacen sentir muy feliz. Son premios o días que no te los olvidás nunca más.