El cuarteto de rock pop con marcadas influencias ochentosas y de Spinetta despide «Antes del desmayo», el álbum debut que los posicionó como una de las revelaciones nacionales del año pasado.
«Este disco es el primero y es una carta de presentación, un punto de partida y mucho crecimiento y experiencias inesperadas como telonear a Damon Albarn en el Teatro Gran Rex. Una locura. Nos dio y nos sigue dando alegrías y mucha fuerza para lo que se viene, que son nuevas canciones», recuerda y adelanta Alejandro Álvarez, el cantante y guitarrista que, con su timbre de voz, es el culpable de las placenteras comparaciones con Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati.
«Son halagos para nosotros y de algún modo nos hace responsables de entregar algo cada vez más alto en todo sentido, pero sobre todo de espíritu y compromiso para con la música y el público –señala el frontman–. Para nada molesta que te comparen con los número 1, es una alegría total».
El conjunto formado en 2011 completa sus filas con Justo Scipioni (bajo y coros), Ramiro Cremona (sintetizadores y coros) y Francisco Álvarez (batería), y cuentan con un EP («Ultraliviano») y el disco debut de 7 canciones, de apenas 20 minutos de duración, que vio la luz en 2013.
¿Cuánto de Federico Moura, Cerati y Spinetta hay en Barco?
¡33 por ciento, 33 por ciento y 33 por ciento!
¿Qué balance hacen de la banda desde el lanzamiento de «Antes del desmayo»?
Vamos mutando y eso está bien. Seguimos libres de cualquier atadura artística y siempre dejándolo todo en cada show en vivo, eso permanecerá. Estamos más afianzados como banda, eso nos dio el tocar. Tocamos mucho con «Antes del desmayo» y seguimos.
¿Cómo imaginan que será el próximo álbum?
No tiene nombre aun y estamos en una muy prematura preproducción con lo cual no se puede vislumbrar del todo aun. Sí será un disco más orgánico y colorido, moderno, rockero y atrevido.
Ya en «Antes del desmayo» arriesgaron un poco más hacia al rock, sin dejar de lado la base pop tecno que prima en el EP, ¿ese es el sonido que quieren conservar?
Es una búsqueda constante pero se mantienen por ahora algunas formas. Aunque no significa nada, porque en lo que es querer sonar y querer dejarlo todo a nivel musical uno también está dispuesto a destruirlo todo para buscar nuevas formas que, de algún modo, representen algo nuevo evocando pasado, presente y futuro, en lo posible; que eso somos.