El nuevo disco de Andrea Álvarez ya tiene fecha de presentación oficial y será este viernes en el mítico Teatro de Lacroze. El repertorio contará con invitados de lujo y temas que cruzarán las barreras del rock contemporáneo.
¿Cuál es la esencia de este disco?
Andrea: La esencia surge de mi necesidad. Hago música porque necesito expresar cosas y parte de eso es cuestionar realidades que no me gustan. Creo que las melodías que combinan con eso son el rock y es lo que me acompaña cada vez más.
En el caso de «Y lo dejamos venir» fue trabajado intensamente con Tomás Brugués y Lonnie Hillyer. De hecho lo produje con el bajista y es un disco que salió bien porque encontramos un técnico adecuado como Facundo Rodríguez.
Yo creo que nada es casual y lo importante es buscar cómplices en la aventura que querés vivir.
Hay letras profundas con gran contenido social.
Andrea: Empezó con el tema «Se pudre todo», cuya letra busca una alternativa posible ante una catástrofe. A veces no tiene que ver con ideas inmediatas sino las que uno mismo tiene que buscar.
«Y lo dejamos venir» es una canción que resume bien el espíritu del disco y habla sobre la capacidad del ser humano de repetir errores y aún así seguir intentando encontrar una salida.
A veces resulta difícil decir no, y de eso se trata «Vende Humo». Para ser de determinada manera tenés que hacer cosas y cumplir ciertas reglas, pero nada de eso es verdad.
Es parte de la esencia del rock contestatario de las primeras épocas, que hoy pocas bandas predican.
Andrea: Casi ninguna, porque más allá de que hoy se le llame rock a una escena, lo que yo veo en los artistas es más la preocupación por firmar papeles que la lucha por mejores alternativas. A veces me encuentro analizando por qué no me gustan determinadas bandas, cuando la respuesta es muy simple: no me gusta la música. Después descubro que tampoco me gustan las actitudes de quienes tratan de parecer buena gente.
Últimamente, me da bastante rechazo y proviene de una acción desagradable que nada tiene que ver con la escena rock.
¿En qué te basaste al momento de elegir al equipo que acompañó la grabación?
Andrea: Me llevó un año de pruebas, con Lonnie coincidimos que lo teníamos que producir juntos. Sola no podía, porque me faltaban elementos técnicos, pero sí trabajando con alguien que aportara desde ese lado.
Al momento de elegir un técnico hice lo que debería hacer todo el mundo: investigar quién grabó discos. Me dí cuenta que Facundo Rodríguez había participado de bandas que me gustaban mucho, como Divididos, y cuando me junté con él supe que me iba a entender.
Tenía que conseguir un técnico que conociera lo viejo y lo nuevo, porque cuando querés hacer un rock con raíz en lo fundacional tenés que encontrar a alguien que entienda lo analógico y digital.
El disco anterior lo produje con Jim Diamond y aprendí muchísimo para largarme luego con este último.
¿Y respecto al lugar?
Andrea: Grabamos una parte en El Pie, que es un estudio grande y con buena energía, y la otra en el estudio del técnico. Nos llevó poco tiempo, al igual que la mezcla, y creo que tiene que ver con la manera en que hacés efectivo tu presupuesto.
El arte es otro elemento que quedó muy hermoso. Lo realizamos en Epecuén, un lugar mágico que ejemplificó muy bien el espíritu de sobrevivir a la destrucción y mantenerse fuerte ante el mundo.
Epecuén fue una ciudad inundada por la naturaleza, pero el ser humano aportó para que pasara. Es como un muerto flotante que nadie quiere ver y un gran ejemplo para el disco.
¿Cómo proyectás la presentación en Vorterix?
Andrea: Va a ser un show al estilo carta de presentación porque hay mucha gente que no nos vio en vivo. Yo suelo tocar en lugares chicos y no tengo demasiadas fechas, así que esta vez me la juego en un escenario más grande. No lo considero imposible, lo que estoy haciendo es preparar un repertorio intenso con el acompañamiento de una banda maravillosa.
Billy Jean es la banda que elegí para empezar la velada porque toca blues antiguo y tiene mucho que ver con mi proceso del disco. Fue la música que yo más escuche mientras componía y me gustó para mostrarle a la gente una alternativa de lo que esta sonando hoy en Buenos Aires.
A su vez llamé a músicos importantes como Conce Soares, percusionista del proyecto Se trata de nosotras, Richard Coleman, Mariano Martínez, Ricardo Mollo y, sin más que agregar, todo de primer nivel.
Foto: Sol Miraglia