Diego Billordo lanzó recientemente su nuevo disco «Aventura Felicidad». Diego es un tipo que demuestra cada día que si estás convencido de lo que hacés, nadie te puede parar. Mucha gente lo critica, pero hay algo que es cierto más allá de todo. Cuando suena Billordo, todos saben que es él.
Billordo tiene 14 años de carrera, 6 álbumes, 14 canciones en videoclip y cientos de shows por Argentina, Chile y España. El tema de apertura de su nuevo disco, Aventura Felicidad, es una gentil invitación. Después tenemos verdaderos cantitos de cancha en «La Copa del Mundo es del indie Rock». Hay algunos temas muy Stephen Malkmus como «Guardia Guacamole» donde se hace mención a la comida, la compañera de todos, en la oficina o el ensayo que vuelve a aparecer como protagonista principal en «Alfajor, Chokolinas y un Té»
En el disco nos aguarda una cierta ternura trash Indie, coros, ukelele, guitarra criolla. Las letras nos presentan imágenes casi tangibles en temas que promedian el minuto cuarenta.
Nos juntamos hace unos días con Diego a charlar sobre su nuevo disco «Aventura Felicidad» con una cerveza de por medio.
El disco nos pareció algo más corto de lo habitual.
Me gustó la idea de que para este disco todas las canciones fueran cortas. Además la mayoría de mis discos tiene 10 temas, este tiene 9 temas. Vivimos el «todo ya», nadie pasa tanto tiempo escuchando un mismo disco.
En este disco tenés un tema de 48 segundos.
Claro, los temas estaban cortos, pero sentía que no necesitaban vueltas, por eso. Este es mi sexto disco. Yo antes a lo discos les daba muchas vueltas, les buscaba mil cosas. Quería algo distinto, es muy diferente a lo que venía haciendo.
Este disco lo editaste en 2014, ¿Desde cuándo lo venías pensando? ¿Cómo se fue armando?
Lo venía maquinando desde Agosto del año pasado y salió en Abril de 2014. Yo en un momento como que pensaba si hacer o no un disco, porque creo que la gente no escucha discos completos. Las ideas fueron mutando. Primero iba a grabar con una determinada banda. Después sentí que podían ser otros músicos. Al final decidí que los Alumbra (banda de zona sur) me grabaran en su estudio. Al final ellos se sumaron a grabar conmigo. Si bien ensayé varias veces con ellos, todo se decidió en el momento. Desde que empecé a pensar el disco lo que sí tenía en claro era que quería un sonido más acústico.
¿Cómo hacés los shows ahora que hiciste un disco más acústico?
No llevo más la eléctrica ni pedales. Llevó una electroacústica y en algunos lugares ni la enchufé porque daba tocar así, pelado. Hago todos los temas, los de este disco y los de discos anteriores.
¿Cómo hacés «Worale Guay (bakan cool groso)» con la acústica?
En ese tema en particular invito a la gente a hacer palmas, así me dan el ritmo y arriba tipo rapeado canto. Pero también hago «Siete de la Tarde», «Somos del Mismo Rebaño», los hago todos con la acústica. Igual tienen intensidad y energía. Le pongo polenta a la guitarra.
¿Te sentís óptimo tocando así?
Sí, y ni siquiera es que llevo un formato unplugged. El unplugged de Nirvana tenía batería y bajo, yo ni eso. En vivo estoy yo solo con mi guitarra.
¿Dónde estuviste tocando últimamente?
Estuve por todos lados, mucho Patagonia y en el norte.
¿Vas a los mismos boliches con este formato?
Sigo haciendo los boliches que hacía antes y se han agregado muchos más. Este formato abrió más puertas y posibilitó poder elegir lugares más íntimos. Por ejemplo toqué en un lugar que se llama Kika en Rosario, un lugar precioso, de ensueño. El lugar tenía espacio para 40 personas. Estuvo lleno, si estuviera eléctrico no podría haber tocado. Todavía no me pasó, pero por ahí otras puertas se irán cerrando, pero no importa. Yo siempre voy a estar agradecido con todos los músicos que pasaron por mi banda. Lo que me pasaba es que yo tengo una velocidad que ni a los compañeros más pilas que tuve pudieron seguir y al final era como que yo siempre me adaptaba.
Gente con otras prioridades…
Claro, musicalmente íbamos bien, pero por ahí yo decía «nos vamos 10 días de gira» y me pasaba que «no porque se casa mi prima», «cumple años mi tía», «extraño a mi novia me quiero volver», cosas que son súper respetables, pero bueno yo pongo a esto primero que nada. También porque sé que tiene una fecha de vencimiento esto, capaz que en un momento se va a cortar y mi momento es este. Por ejemplo a mi ahora las giras largas me cansan mucho, igual por ahora las sigo haciendo. A lo que voy es que yo podía hacer 70 fechas al año y terminaba haciendo 40. Hasta la fecha (de la nota) ya hice 33 fechas porque no tengo que consultarlo con nadie. Desde lo artístico cambió, pero me gusta cómo está saliendo. El disco tiene sus cosas, pero mayormente es un disco despojado.
¿Cómo es tu vida poniendo la música en primer lugar?
Yo no tengo auto, ni un pozo de un departamento. Yo puse y pongo mucha plata en la banda siempre. Toda la guita que tuve la invertí en eso. Me perdí mil situaciones, me han dejado novias por eso, por el plan de vida, no por no tener guita en sí, pero por la actitud under. Parecés un vago que toca la guitarra sin un plan convencional. Pero no es tan así.
Yo creo que mucha gente te elije y elije tus canciones porque sos un tipo auténtico.
Seguro que en muchas cosas me equivocaré. Pero yo no hablo nada más, y hago mucho tocando, haciendo mis temas. Yo me levanto y lo primero que hago es abrir la compu y laburar. Me recontra banco que a alguien no le gusten mis canciones, pero el otro día alguien comentaba «no se si tomarme en serio las canciones» y yo creo que si hay algo que tenés que hacer es tomarme en serio. Yo soy músico, soy un artista y me dedico a esto. Si después este disco nuevo que saqué tiene o no trascendencia es otra cosa.
Volviendo al disco, hay más que guitarras.
Hubo varios invitados. Hay un Ukelele, un piano midi haciendo hammond, un guitarrón; para las bases usamos panderetas, shakers y baterías no convencionales, pero no es nada electrónico.
Siempre hay comida en tus canciones, ¿sos tentado?, ¿te copa comer?
Me gusta mucho la comida, pero lo veo desde otro punto. Todo el mundo come, todo el mundo ama. Se habla mucho del amor en las canciones y no está mal, pero me parece que hay tanta metáfora ya… yo soy más del decir te quiero, sin la metáfora. Todos comemos y no se habla de eso. Yo vi la comida que estaba en la mesa, que estábamos compartiendo, y me parecía que la realidad de todos estaba ahí y por eso lo canto. Al final se ríe una chica y Riki (de Alumbra) me pregunto si lo cortaba y yo, no, no lo cortés, es más subilo quiero que se escuche bien. Algo hogareño en compartir esas cosas. «Guardia Guacamole» viene de eso también. Habla de la calle Guardia Vieja, de comer tacos y de la esperanza, de no rendirse. Siempre seguir creyendo, siempre entregar amor a otros.
También hablás siempre de fútbol. No todos los rockeros se animan a decir que les copa el fútbol.
El rockero a veces tiene eso, le escapa a ciertos temas. A mí no me gusta la cumbia, y no toco cumbia, pero no le escapo. Hay una estética en los Indie y cada uno la va a mantener. Pero somos Argentinos, no lo podemos negar. Yo siento las cosas de esta forma. No sé por qué algunos creen que está mal expresarse así, como yo lo hago. Qué puede estar mal de hablar de Alfajor, Chokolinas y un Té o de cualquier otra situación tan inocente como esa. ¿no?