Los principales sellos discográficos están negociando con la empresa alemana de música en streaming: la licencia para utilizar sus canciones a cambio de participación accionaria y una tarifa de pago por cada play. Es decir: SoundCloud está a punto de copiar la estrategia de YouTube.
Un reporte de Bloomberg indica que está cerca la firma del contrato con los tres grandes sellos (Universal, Warner y Sony) por entre 3% y 5% a cambio del derecho a utilizar esos contenidos. Este tipo de acuerdos de capital es bastante común en startups musicales, pero en este caso los sellos están esperando que se convierta realmene en un buen negocio. Por su parte, SoundCloud podría abrir un flujo de ingresos completamente nuevo para ellos al obtener beneficios económicos por la música que se escucha en su sitio, algo que hasta ahora estuvo fuera de su alcance.
Bloomberg sugiere que las amenazas legales de los sellos a SoundCloud podrían haber acelerado las negociaciones. Así, se llegaría a un punto en el cual la empresa deba pagarles a las etiquetas cada vez que se hace play en una canción de su repertorio. El plan maestro de SoundCloud: copiar la monetización de YouTube.
SoundCloud ha operado siempre bajo el supuesto que no se hace responsable por los archivos que suben los usuarios. La empresa ha aceptado los reclamos de copyright eliminando el contenido reportado. Recientemente, muchos usuarios se quejaron de que les eliminaron el contenido publicado y la empresa deslindó responsabilidades, aduciendo que eran los propios sellos los que estaban actuando en forma directa. Esa explicación se comprende mucho mejor ahora, en este contexto de negociaciones más profundas.
Al igual que SoundCloud, YouTube tenía inicialmente un sistema para denunciar infracciones de copyright y, en todo caso, desencadenar la eliminación del contenido reportado. Los usuarios de YouTube subían piezas de todo tipo, incluyendo programas de televisión y videoclips, y la empresa respondía tirando abajo esos clips o «silenciando» el audio. Con el tiempo, la compañía de Google desarrolló una herramienta para automatizar el proceso, que permite a los titulares de los derechos identificar sus obras y bloquearlas automáticamente cada vez que son publicadas, una tecnología bautizada Content ID.
Ahí YouTube dio un paso más ingenioso, permitiéndole a los titulares de esos derechos que optaran básicamente entre bloquear esas canciones o compartir la monetización de los videos que la utilicen. Con algunos virales que consiguieron millones de plays en pocas horas, y ante la disyuntiva de virtualmente desaparecer de la web, los sellos se rindieron ante la propuesta para comenzar a cobrar por parodias, fanvideos y demás producciones «no oficiales». Toda una nueva manera de obtener ingresos para la industria de la música.
Es muy probable entonces que SoundCloud busque copiar esta estrategia, abriendo otra fuente de ingresos completamente nueva para las etiquetas. Uno de los activos más fuertes de YouTube ha sido su comunidad de creadores de videos, que usan la música de las discográficas para sus propios clips y creaciones, y suben 100 horas de video cada minuto. SoundCloud podría potenciar su comunidad creativa, porque si bien no produce videos virales, bien podría sacarle el jugo a mezclas de DJ, mashups y podcasts, todos formatos que estaban previamente fuera del alcance para la industria.
Por supuesto, hay un riesgo: este tipo de estructura de licencias sólo es sostenible si SoundCloud realmente descubre de qué forma puede generar dinero. Hoy por hoy el ingreso de la empresa es a través de un cobro mensual a los usuarios que más audios suben, aunque casi con certeza que estos acuerdos los llevarán a incluir publicidad. El gran desafío para la compañía será encontrar la forma para que esos avisos sean atractivos para las marcas y, al mismo tiempo, que no sean tan invasivos como para espantar a los usuarios.
La nota original de Janko Roettgers, en inglés, publicada en GigaOM