Tras un lustro de silencio mediático y discográfico, Andy Chango se reinventó a sí mismo. Atrás quedaron sus apariciones mediáticas (siempre lisérgicas y desopilantes) en el programa de Mauro Viale, sus canciones químicas y la constante apología del consumo de sustancias. El peso del personaje potencia este sorprendente cambio estético y temático. Con la ayuda de Luis Antonio de Villena y Javier Krahe en la adaptación de las letras, Andy Chango tradujo al español (y en algunos casos al inglés) las canciones del escritor, cantante y trompetista francés Boris Vian (1920-1959). Su nueva banda es un combo de jazz, que incluye a Fernando Lupano (bajo) y Federico Lechner (piano), además de una sección de brasses, a la que eventualmente se suma el trompetista Jerry González. De esa manera, entre guiños a Count Basie y «Tom Waits, Chango captura el pícaro ambiente del burlesque parisino, que enmarcan estas piezas deliciosas, irónicas y provocativas de un iconoclasta. Así transforma «Relaciones peligrosas» en un tango, cantado a dúo con Fito Páez. Andrés Calamaro se luce en el «Blues del dentista» y agiganta la lista de colaboraciones. El resultado es un disco irresistible y oportuno, que abre las puertas de la percepción a la obra de un artista multifacético, a cinco décadas de su muerte.