«Dedicado a la ciudad de La Plata y sus encantadores rituales”, aparece en lo alto de los agradecimientos de «Perfecto», tercer disco de Mostruo!: la mejor obra del cuarteto que no se pierde en las curvas de la pertenencia ni en la primavera party que vive la urbe universitaria. Cáustico y agudo en el juego de transformar neurosis en canciones, el bicho va por otro lado: una maquinita exacta de rock clásico afinado en los 70, el primer Lebón o la escuela Serú del buen sonar aparecen en ráfagas de intención; pero aquí no hay miras retro ni modelitos vintage, es pura combustión eléctrica a distintas velocidades. Con dos cantantes violeros que se sacan chispas, la suma promete diversidad: Kubilai Medina alcanza cumbres de soul-man, o rockea en plan felino mientras Lucas Finocchi mejora las fases lentas. Equipo ideal para seguir a cuarenta minutos de autopista, la localía pesa y los ritos también.