«Películas» tiene un comienzo instrumental muy apropiado. La “Obertura 777” —un tema elaborado con delicadeza— crea una atmósfera cinematográfica. Mientras me acomodo en el asiento, los teclados y la guitarra funky casi me hacen ver el pasaje acompasado de los títulos sobre la pantalla. La polenta aumenta y luego una suave introducción que evoca ““aquellas”? cuerdas nos presenta una de las mejores canciones del álbum: “Marylin, la Cenicienta y las mujeres”; algo que va bastante más allá de la nostalgia.
“No te dejes desanimar” es otro lindo tema de valor cási terapéutico y así llegamos al término del lado uno que se cierra con “Que se puede hacer salvo ver películas”. Sorpresivamente nos encontramos con una canción que nos hace acordar de esas tardes frente al televisor con su andanada de viejas “vistas” nacionales. Bárbaro lo de “Casa de Muñecas”. El “tema empieza medio tropicalón para clevarse en la última parte a una tensión tipo “gran finale” con un buen trabajo de Bazterrica, gran fondo de teclados y la base fuerte y estricta de Moro y José Luis.
Damos vuelta. El lado dos empieza con “Hipercandombe”. Unos golpecitos casi humorísticos de sintetizador y después la mayor polenta del disco y una de las mejores letras de Charly. El clima se aquieta manteniendo buen ritmo en “El vendedor de las chicas de plástico”, una letra para sonreír primero, después rio sé. Por ahí sale un organito muy a lo Chick Corea, no? La última letra es (casualmente?) “Ruta perdedora” —muy buena—. Él Lp culmina con “En las calles de Costa Rica”, con un interesante solo de viola pero, en mi opi-, nión —como temna— lo más flojo del disco.
El segundo Lp de La Máquina es, indudablemente, un trabajo muy superior al primero. El grupo ha madurado musicalmente y se notan los aportes de Fernández, Bazterrica y Cutaia a la composición. Por su parte Charly, además de haber evolucionado en este aspecto, escribió algunas de las mejores letras en castellano que escuché en los -últimos tiempos. Su inspiración parte de los temas más variados, de cosas que casi todos hemos visto, pensado o sentido, para transformarlas en versos directos; a veces risueños, a veces dolorosos.
En lo musical hay para objetar algún parecido que otro y ya en un terreno estrictamente personal no mé convencen mu-cho los arreglos Vocales y en algunos momentos la música me parece a punto de caer en lo raeloso. Cuestión de gustos. Este es un Lp de temas; bien construidos, arreglados y tocados con incuestionable solvencia. No ha sido intención de La Máquina oftecer una sucesión de solos ni de- desarrollos instrumentales dilatados y sin rumbo.
Tapa: A cargo de Gatti y en la onda hiperrealista. Me parece mejor la idea que la realización. De todos modos la presentación es cuidada. Funda interna con fotos y hoja aparte con letras e información detallada.
Resumen: Muy buen Lp de uno de los mejores grupos nacionales. Un disco que, junto al nuevo de Arco Iris, nos hizo decir este mes: ¡Vamos todavía!
Fernando Basabru