Tras haber ganado en 2018 el concurso Camino a Abbey Road, Feli Colina editó su segundo álbum, «Feroza». Bajo la producción de Juanchi Baleiron, la salteña se aventuró en los estudios londinenses para esculpir un disco introspectivo, atrapante y pasional. Una verdadera joya.
Feli Colina viene ganando espacio ya hace unos años dentro del circuito under argentino. Desde sus primeras apariciones en el Subte B para sustentar su vida en la gran ciudad, hasta ganar el prestigioso concurso que la llevó a grabar en los míticos estudios de Abbey Road, supo madurar y evolucionar para conseguir una obra ecléctica y sincera que se postula como uno de los grandes lanzamientos de este año. El disco arranca con una intro de piano y poesía que desemboca en «Sagitario», primera canción del álbum. Ya desde los primeros acordes palpamos la intensa intimidad por la que Colina nos va llevará en el disco.
«Martes» es el primer corte del álbum y una de sus mejores composiciones. Piano furioso al mejor estilo Fiona Apple con un estribillo para viajar y reflexionar. «Creo que no me miras por miedo a reconocerte», dice casi desgarrada por el dolor de alguna relación fallida. Algo para reconocer en sus canciones es la versatilidad a la hora de mezclar armonías y sabores musicales. En «Mentira» coquetea con una especie de malambo con guitarras distorsionadas que sube en intensidad gracias su poderosa voz que acompaña el ritmo de la canción de manera exquisita. Vale la pena aclarar, que en este viaje musical está muy bien acompañada por Manu Figuerero en batería, Diego Mema en guitarras, Baltazar Oliver en piano y Fran Saglietti en bajos.
«Feroza» es pura pasión teatral y «Oscura» es una canción que hace honor a esta característica, donde la emotividad y energía van creciendo junto con una interpretación vocal magnífica por parte de Feli. Inmediatamente aparece «De dónde salió todo esto?» y ese espíritu melodramático y visceral resaltan en una de las mejores escenas de esta obra. Ella recita y escupe toda su furia; «Sabés, no puedo estar siempre escondida para no incomodarte!», grita con bronca acompañada por una base jazzera que rompe en un potente rockazo. Simplemente magnífica.
Luego de una primera parte combativa, nos amedrentamos en el costado más sutil y delicado de «Feroza». En canciones como «Tiempo», «Susurrito» y «Chimi», navega por melodías en donde la guitarra eléctrica no tiene tanto protagonismo y las canciones son mucho más folk, casi emulando a la artista que solía deslumbrar en la Buenos Aires subterránea. En dichas composiciones, la voz de Colina acaricia con suavidad cada nota de la canción resaltando, una vez más, su capacidad vocal.
«Feroza» tiene un final feliz con «La familia». «Vas a verme caer para resurgir desde cero», aclama en esta especie de candombe donde ella parece resumir su lucha y tenacidad durante toda su carrera para llegar a este momento de madurez espiritual y musical.
«Feroza» es un discazo en el que la compositora dejó su alma y se desnudó artísticamente para emocionarnos con 10 canciones que además, funcionan para visibilizar y ratificar el trabajo que viene modelando hace años. Acompañada por una importante y afortunada renovación en la música argentina, Feli Colina se posiciona para ser una de las grandes protagonistas y referente los próximos años.