Por fin se corrió el telón. Frente a nosotros está el primer álbum de Seru Giran, el nuevo proyecto de Charly García. Un trabajo en el que invirtió gran parte de este año. SG son David Lebón. Pedro Aznar, Oscar Moro y Garcia, cuatro de los nombres más importantes de la música nacional, músicos que han creado fuera de la Argentina durante un lapso prolongado.
El resultado es un álbum compacto, extremadamente pulido en su producción, a pesar de lo cual suena menos «armado» que La Máquina de Hacer Pájaros. No pretendemos establecer comparaciones, simplemente utilizar puntos de referencia. Y otra referencia es Sui Géneris, mucho más cerca ahora que en su anterior proyecto. La unión con Davld Lebón, uno de los mejores cantantes y compositores locales, ha dado un fruto nuevo y diferente. Sus intervenciones vocales con García crearon una perspectiva nueva de la música del segundo. La ritmica Aznar-Moro funciona a la perfección, tejiendo un denso tapiz sobre el que trabajan cómodamente García y Lebón. Moro interviene correctamente, con su economía habitual. Aznar es tal vez en el balance final quien más sobresale. El sonido de su bajo sin trastes le da un estilo bien distante de los bajistas de nuestro medio. Las orquestaciones de Daniel Goldberg son ajustadas, sobre todo en «Seru Giran», uno de los temas más logrados del long play. A través de un idioma figurado, el grupo y la orquesta crean una atmósfera de rock sinfónico de singular efecto.
Tapa: Dos montajes fotográficos perfectos. Todo en blanco y negro, como rescatando una formalidad lejos de las luces y el color.
Síntesis: Seru Giran debuta con un buen álbum. Una música que trasluce los nuevos horizontes de García y sus nuevos compañeros de ruta. Y hasta los nostalgiosos de SG pueden degustar «Nena» («Eiti-leda»).