«Melodías chicle y encanto queer», definió la Rolling Stone a Coiffeur. La nota de Juan Ortelli.
¿Quién es? Un songwriter de 24 años, criado en Morón e inspirado por el Spinetta de Kamikaze, que retoma la autopista folk que Leo García abandonó en Mar. Y con su torcido, aunque siempre romántico, minimalismo sónico -«voz + bombo + amor-on = Coiffeur», sintetiza- llega lejos: los diez temas de su debut no tienen título, ni fecha de lanzamiento. «Quise quitarle el tiempo a la canción. Me interesa la inmortalidad de las melodías. La canción desnuda.» ¿Encanto queer? «No se, mis letras sugieren. Pero yo no tomo partido. Y no significa que no esté comprometido: quiero que, seas como seas puedas escuchar lo que tengo para cantar».
El rubro: «Mi nombre es un homenaje a los peluqueros de barrio», dice Coiffeur. Y, en tono de confesión, dice: «La ambigüedad del rubro interactua con mis letras».
Entre Tanguito y Devendra Banhart, Coiffeur es una especie de exponente local de la escena acid folk global. «Pero fue raro: yo nunca los había escuchado. Es más, hacer este disco me conectó con ellos. Yo no sabía nada de Johanna Newsom o Devendra. Pero el formato nos igual y nos da herramientas. En mi caso, es una necesidad: en el Oeste esperan a la banda, al violero, al batero. Y el songwriter aburre. Pero hace poco leí una nota a Devendra en la que el decía que toca en cualquier lado. Y ese es mi plan: estar en todos lados, no importa.
Ahora… estoy enamorado de Banhart!»