Budda
Santiago Dávila: guitarra, voces y piano
Nicolás Moreno: guitarra
Johana Sbroco: bajo
Biografía de Budda
El grupo comienza en el año 2008 cuando Santiago Dávila (guitarra y voz), Nicolás Moreno (Batería) y Leo –luego reemplazado por Johana Sbrocco en el 2010- se reúnen para hacer, por diversión, un tributo a la banda de grunge Nirvana. Así es como arrancan a hacerse de un público fiel en la ciudad de San Juan de la cual son oriundos, ayudados por el famoso “boca en boca”. Su gran energía y sus grilla anual recargada de shows en vivo, hicieron que la banda teloneara a Bulldog en Diciembre del 2010 y a Eruca Sativa en Octubre del 2012.
En el año 2011 fueron convocados para participar en el concurso de bandas del Pepsi Music, y aquí Budda decide empezar a componer canciones propias y comenzar a amasar la identidad musical del trío alternativo. Así nació un repertorio cargado de energía, frescura y el contagioso disfrute por lo que hacen, cualidades que hacen que el sonido de Budda sea tan particular y moderno, y en las cuales se filtran sus influencias de los clásicos (The Beatles, Queen) y los atrevidos y modernos (Nirvana, Foo Fighters, Eruca Sativa).
«Nueve» es su primer disco editado por EPSA Music. Contiene trece canciones y tiene el acabado de un disco conceptual que lleva al oyente desde el principio hasta el fin a disfrutar de una trama que encadena las canciones entre si, repitiendo o mezclando en algunos momentos formas mutantes de los temas que se filtran y cuelan aleatoriamente en otros, como queriendo emerger en distintos momentos para hacerse escuchar, para que el oído no deje ni un solo detalle de lado de «Nueve», emulando a veces la escritura de trama aleatoria del gran Julio Cortázar.
En el track-list del disco aflora a la superficie tanto la descomunal fuerza de esta banda sanjuanina como la sensibilidad y humildad de sus integrantes, una paradoja generada por su insegura visión del mundo en el que viven; este contraste logra en «Nueve» un revoltijo de baladas pegadizas que le dan el paso a canciones a grito visceral, temas lentos y en tiempo de vals; simpleza y complejidad musical. Una latencia constante de la obra dentro de la obra misma.
La producción de la placa estuvo a cargo de Santiago Dávila en coproducción con Cristian Espejo. El disco se grabó en el sótano de Cristian (El Espejo) y en su cuarto. La masterización estuvo a cargo de Mario Siperman –teclados en Fabulosos Cadillacs- en Loto Azul Mastering. El arte de tapa estuvo a cargo de Mundo Diseño y Luis Perez Moralejo.