Fabiana Cantilo retornó a las sierras. Esta vez, la cobijó el templo del rock. La creadora del disco de homenajes «Inconsciente colectivo» brilló como nunca.
Una vez más, Fabiana Cantilo retornó a Córdoba. El pasado viernes, Cantilo se presentaba por primera vez en La Vieja Usina, el templo del rock en Córdoba. Mientras pequeños bares siempre habían sido su refugio en estos lados, esta vez Fabi y su troupe tocaron ante más de 1400 personas. Sin embargo, el estilo relajado e íntimo que propone la artista se mantuvo a pesar de la gigantez de la Usina.
El show se exhibía como el recorrido por la carrera discográfica de la artista, pero, innegablemente, aprovecharon el boom de su último disco, «Inconsciente Colectivo».
Así, a las 22:30 horas, Cantilo subió al escenario dentro de un vestido explosivamente rojo, acompañada por Cay Gutiérrez en teclados, Marcelo Capasso en bajo, Javier Miranda en batería y percusión, Marcelo Predacino en guitarra española, Leonora Arbiser en acordeón y Brigitta Danko en violín.
Cómplices
«Llego tarde» abrió un show excelente a nivel musical y estético. Fabiana, de un humor excelente, show-woman total, divertida y desenfadada, se animó a recorrer su trayectoria musical, estableciendo una exclusiva complicidad entre ella y los presentes.
Así, las dos horas de recital fueron destinadas a un paseo por un pasado que la llevó a ser quien es, haciendo especial hincapié en «Inconsciente Colectivo», caracterizado -tanto por ella como por los críticos- como uno de sus dos mejores discos, junto con «Información Celeste», ambos producidos por Cay Gutiérrez y Marcelo Capasso.
«Mary Popins y el Deshollinador» y «Detectives» seguían en una noche para no olvidar, una noche que obligaba a reencontrarse con las fibras más íntimas de nuestros mundos internos y a dejarse llevar por cada uno de los sentidos.
«A este tema lo escribió Charly García para mí. Es un honor», así presentó Fabiana a «Sobredosis de amor», el cuarto tema del show. La lista marcaba el turno de «De qué se ríen?» -del disco homónimo, al que Cantilo definió como «el mejor junto con Insconciente e Información Celeste»-, «Pasaje hasta ahí» -tema que se lo dedicó al público: «De mí para ustedes»-, «Nada y Deseo».
Fabiana demostró en Córdoba ser uno de los íconos del rock and roll poéticos. Los solos desgarradores del violero lograban estremecer a todo aquel que rondara por los submundos cantilescos. La sensibilidad hacia la que siempre apuntó Fabi, se hizo presente y logró transportar, emocionar… Consiguió aquello que la rutina y el sistema anulan: sentir.
Un paseo por el rock
La idea de «Inconsciente Colectivo» partía de reconocer aquellas canciones que están, valga la redundancia, en el inconsciente de los argentinos: esas que no se olvidan, que se conoce la letra de memoria, esos temas que siempre suenan. La selección puede considerarse correcta o no, pero es fiel al estilo Cantilo.
El reloj marcaba el avance del tiempo y la lista de temas continuaba con más éxitos: «Ya fue», «Amor equivocado» y «Eiti Leda», donde Cay y Capasso reemplazaban la voz de Cerati original del disco.
Antes de que sonara «Empire State», la Cleopatra del rock nacional aclaraba que era un tema que se lo compuso a Fito Páez: «Esta es una canción para Fito que me llamó una noche… Yo estaba durmiendo y lo mandé a la mierda. ¡Pobre!». Así, entre anécdotas que acercaba a la ídola a su público, transcurría una mágica velada.
También hubo comentarios sobre otro grande del rock, Andrés Calamaro. Antes de tocar «Me arde», comentó: «El que escribió esta canción era amigo mío. Después se fue a recorrer tierras lejanas». Y agregó: «Saludos a Andrés que me dio un beso una vez».
«Amanece en la ruta», uno de los temas más dulces de la artista, era el número 15 de una lista prolijamente escogida. Y esta poética melodía daba paso a una de las mejores interpretaciones del disco: «La bestia pop». Con Cay Gutiérrez brillando en el bandoneón, Fabi no tenía nada que envidiar a Los Redondos. «Siempre hay que brillar. La oscuridad no puede contra la luz», argumentó Cantilo.
De amores y desencantos
La noche continuaba y también continuaban los relatos de los desamores de Fabiana. Llegaba «Choque de brujos» y la artista explicaba: «Lo compuse cuando me dejó otro en México. ¡Pobre yo! Soy un plomo».
Y llegó la novedad: «Mago en prosa», un tema que pertenece al nuevo trabajo de Cantilo, que aún no salió a la calle. «Este tema habla de cuando un hombre se va, no con otra mujer, sino contra sustancia», explicó.
«Cleopatra, la reina del twist», «La libertad», «Murguita del sur», «Fue amor», «Nada es para siempre» y «Donde manda marinero» completaban el paseo por el universo Cantilo.
Como no podía ser de otra manera, el cierre triunfal a una noche especial lo dio un tema de AC que, para el inconsciente colectivo, es de Fabi: «Mi enfermedad». La reina del rock and roll se marchaba del templo, brillando, como ella quería. «Siempre hay que brillar», dijo. Y cumplió. En una noche de abril, Fabiana brilló como nunca.