La Mississippi comenzó su serie de shows en La Trastiensda, con nuevo tecladista y la calidad de siempre.
El desafío era escucharlos sonar mal, y nuevamente nos quedamos con las ganas. Y sí, La Mississippi suena bien en cualquier lado. Esta vez la agasajada fue La Trastienda, donde la banda liderada por Ricardo Tapia comenzó un ciclo que se extenderá por tres viernes consecutivos, y dond cada show será diferente.
«Para nosotros tocar acá en como estar en living de casa», palabras del líder al comienzo del show que provocó el aplauso espontáneo de la multitud que colmo el espacio. «El 16» fue el que dio el puntapié inicial a un set que contenía en su mayoría temas de su último trabajo. «Es tarde para un gato», «Sopa de huesos», «Veinte chicas Veinte», entre otros.
Este show sirvió además para presentar en sociedad un nuevo integrante de la trouppe: el señor Gastón Picazo en teclados, quien cumplió con una excelente rutina y se llevó varios de los aplausos de la noche. El grupo se maneja compacto, sin fisuras, apoyados en los años de trayectoria y el conocimiento mutuo de sus integrantes.
La principal virtud es las ganas de hacer lo que hacen. Se muestran en cada show como si fueran una bandita de garaje que sale al ruedo a dejar todo lo que tienen para complacer al público, pero con el aplomo y prolijidad que le da la experiencia y ese carisma especial en el ida y vuelta con su gente.
Algunos cambios en la lista de temas, Gustavo Ginoi dejó caer algunas notas en «Hache Roja (Villa del Plata)» y volvió a sonar después de mucho tiempo «Ella», tema que integraba la placa en vivo. El gran ausente de la noche fue «El Municipal», pero sí estuvieron «Mala Transa», hartamente pedido por el auditorio, «La danza de la Lluvia» y el cierre con las botellas arriba al ritmo de «Un trago para ver mejor».
Quedan dos viernes de agosto para disfrutar uno de los espectáculos mas poderosos de la movida local. Aprovechen que ésta vez es con sillas, mesa, amigos y tragos.