El conjunto bonaerense presenta su segundo disco, «Floresta», en el que muestran un vuelco más firme hacia el pop, sin abandonar el rock y la canción como base.
“La búsqueda que queríamos era la de tratar de hacer canciones más claras. Hicimos mucho foco en eso –apunta el bajista Sebastián Verdún-. Sentíamos que teníamos que buscar un lugar más consciente a la hora de decidir qué íbamos a cantar, y digo cantar porque, aunque el formato sea más que la voz cantada, bajo, batería, guitarra, nuestra búsqueda es la canción. La que se canta entre todos”.
Cuatro años pasaron entre cada disco, ¿qué cosas conservaron del álbum debut y en qué sienten que han evolucionado?
Conservamos las ganas de ir en búsqueda de la mejor expresión de ese momento para esas composiciones. Evolucionamos como grupo humano. Muchos shows durante estos años, por aquí, por allá, pasó un poco más la vida. Por suerte, en este camino de andar y andar, nos cruzamos a Juan Saraco, que fue nuestro guía para esta nueva etapa que tenía el objetivo de lograr no guardarse nada, las tripas para afuera. En esa aventura que duró dos años aprendimos muchísimas cosas, evolucionamos en la paciencia de ser sinceros entre nosotros y la música que hacemos. Tensiones, alegrías, tristezas, enojos, aciertos, más aciertos, dudas, vueltas atrás, en fin. Eso, al final, con el resultado que nos hace feliz, se traduce en que hubo mucha paciencia; y evolucionar en eso creemos que es super importante, porque se trasmite en la claridad que creemos que tiene el disco.
“Floresta” gira un poco más hacia un costado pop, un álbum más colorido en su sonoridad y hasta en su arte de tapa.
Respecto del género, costado pop, pienso que es más que nada una ropa, una estética que es la que hoy le supimos dar para que las canciones cantadas entre nosotros tengan la energía y el empuje que merecen. Encontramos el sonido que nos sabe definir hoy. Mañana veremos cómo sigue. No sé si queremos que perdure en el grupo. Sí queremos que perdure este tipo de búsqueda que es la que seguramente nos dé el sonido que necesitemos vestir en cualquier momento.
En una entrevista de 2017 me decían que todavía se estaban conociendo como banda, ¿cómo está el grupo hoy en día luego de un segundo disco?
Estamos más consolidados en todo sentido, por sobre todo en lo humano. Nuestra relación inmediata es la de la felicidad. Es muy hermoso tener un proyecto como este. Somos amigos, nos queremos, nos admiramos y nos respetamos mucho. Tratamos de disfrutar mucho esta experiencia y así fue.
¿Qué expectativas tienen para el show en La Tangente y qué sigue para después?
Estamos muy ansiosos y trabajando mucho para que salga todo lo mejor posible. Ojalá sea una fiesta. Las expectativas están ahí, para nosotros es muy importante este disco, por el significado, por todas las cosas que trae para contar y cantar. Lo que sigue después será tocar y tocar y tocar muchísimo estas canciones, donde sea y en el formato que sea.
Foto: Lucía Bellusci.