El Pato Strunz apostó contra la lógica, pero consiguió que el Asbury se transformara en «el lugar» del rock pesado.
Para aquellos que andamos en el rock no es nuevo el nombre Asbury Park, ni el de su dueño «Pato» Strunz, al que realmente felicitamos por este nuevo emprendimiento, ya que podemos decir que Flores tiene rock.
Para aquellos memoriosos nombrar el Teatro Fénix es recordar gloriosos recitales que movilizaban masas de rockeros hacia el populoso barrio lindero con Floresta. Grabaciones piratas muestran bandas de la talla de los Redonditos de Ricota, Riff o Violadores con sonido muy estridente y desprolijo, no dejando dudas de que eso es el rock n’ roll.
Después de muchos años alguien tuvo el tupé de abrir unas salas de ensayo y un pequeño recinto en la planta alta de algún lugar donde sonaba, suena y seguirá sonando el hard rock polenta que pedía a gritos, clásico en este genero, un espacio para albergar a su gente. Pasaron Malon, O’Connor, Horcas, Nativo y muchas bandas más reventando el local. Similar a cuando la hinchada de Chicago va a la Bombonera y el local les da una sola bandeja.
Así, contra planes económicos descabellados, dólares en sube y baja y promesas presidenciales, se comenzó a gestar la idea de un espacio más amplio que tenga la potencia y los metros necesarios para permitir que bandas con mayor convocatoria se acerquen al barrio. No por tener muchos metros es un galpón, muy bien ambientado con dos barras para saciar las sed de las huestes ubicadas sobre el lado izquierdo, un sendero de «antorchas» que marcan el camino hacia el escenario sobre el lateral derecho y con un aire barroco en sus paredes este nuevo Asbury Park Rock n’ Roll hace más satisfactoria nuestra tarea y por sobre todas las cosas trata con respeto al público del rock.
El planteo es similar al del Teatro. Temprano habrá bandas en vivo y posteriormente se convierte en un boliche rocanrolero de pura cepa, donde se puede disfrutar de las mejores bandas nacionales e internacionales magistralmente difundidas por el Dj de turno.
La propuesta es muy buena, felicitaciones a los emprendedores y… a bailar que nada esta perdido.