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Especial Abuelos

  • Revista Pelo
  • 20 mayo, 1984

LA HISTORIA

Allá por 1967 un nuevo movimiento artístico asentaba sus bases en Plaza Francia, en el Instituto Di Tella, en la Galería del Este y en la mitológica Cueva de Pueyrredón. El rock nacional comenzaba a gestarse de la mano de Manal, Los Gatos y Los Abuelos de la Nada. Con el tiempo llegaría Almendra y su búsqueda poética.

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Los Abuelos de la Nada —grupo que tomkau nombre del libro «El Banquete de Severo Arcángelo, de Leopoldo Marechal— se convirtió en poco tiempo en una de las bandas subterráneas más importantes. Su formación se fue alterando con el tiempo pero la música conservó la esencia de la propuesta original. Con Los Abuelos colaboraron Claudio Gabis, Papo, Pomo, Kubero Díaz, Miguel Cantilo, Jorge Pinchevsky y otros. Las grabaciones originalmente registradas en el sello independiente Mandioca forman hoy parte de la galería de reliquias del rock nacional.

En 1969, el líder y mentor del grupo, Miguel Peralta (más conocido como Miguel Abuelo), decidió lanzarse como solista con un material que incluía temas como «Mariposa de madera», «Oye niño», «¿Nunca te miró una vaca de frente? » y «Levemente o triste». Dos años más tarde, Miguel Abuelo viajaba a Europa y Los Abuelos de la Nada se perdían en el tiempo.

Miguel viajó por Bélgica, Inglaterra, España, Holanda, Alemania, Portugal y Francia y esporádicamente resucitó el viejo nombre del grupo para denominar eventuales proyectos grupales.

En España conoció a Cachorro López, un bajista que venía de tocar en Londres con el grupo jamaiquino de reggae Jah Warriors.

A mediados de 1979, Miguel Abuelo y Cachorro López retornaron a la Argentina con la idea de reflotar a Los Abuelos de la Nada. Era época de reuniones (Almendra, Manal) y la atención del público llevaba implícita la carga de nostalgia tan característica de los argentinos. Pero Los Abuelos de la Nada no habían sido un grupo de trascendencia masiva como Almendra o Manal y la respuesta a esperar obviamente no era la misma. Los Abuelos tuvieron que salir de cero Auevamente porque sólo eran un nombre que se había perdido en el pasado.

Para completar la formación del grupo, Cachorro López y Miguel Abuelo convocaron al guitarrista Gustavo Bazterrica (ex La Máquina de Hacer Pájaros), al tecladista Andrés Calamaro (ex Raíces), al baterista Polo Corbella (ex Bubu) y al vientista Daniel Melingo (ex Ring Club).

En julio de 1981 el grupo registra un demotape que obtiene buena difusión radial, cosa inédita hasta el momento. Poco tiempo después, Charly García se interesó en la banda y les ofreció grabar un disco.

En 1982, y cuando ya tenían varias actuaciones sobre sus espaldas, Los Abuelos de la Nada grabaron su primer longplay en esta nueva etapa. Para ese entonces, un tema —»No te enamores nunca de aquel marinero bengalí»—ya había pegado fuerte entre el público de rock.

El primer disco se convirtió en un éxito inmediato. García demostró toda su habilidad como productor y no sólo consiguió un sonido excelente sino que además le dio al material una atractiva frivolidad. Los Abuelos querían ser un grupo divertido y Charly les mostró la forma de ‘ograrlo.

Con buen criterio, la promoción de ese primer álbum se centró sucesivamente en tres temas diferentes. Primero fue «No te enamores …», después «Sin gamulán» y por último «Tristeza de la ciu• dad». De este modo, Los Abuelos estuvieron sonando en las radios hasta fin de año.

En noviembre del ’82 recibieron un gran espaldarazo al participar del festival B. A. Rock. Poco después, la banda ingresó en un obligado receso debido a la momentánea deserción de Gustavo Bazterrica, Andrés Calamaro y Cachorro López, quienes fueron convocados por Charly García para que integraran su banda durante las presentaciones en vivo de «Yendo de la cama al living». El 25 de diciembre de 1982, García se presentó en un multitudinario concierto en el estadio de fútbol del club Ferrocarril Oeste y llevó como números soportes a Los Abuelos y Sueter.

Ya en los primeros meses de 1983, y con la banda de García disuelta, Los Abuelos de la Nada retomaron su actividad. En una hábil maniobra tendiente a capitalizar la atención concitada por los shows de García en Obras (mes de marzo), Los Abuelos se presentaron en ese mismo escenario en abril. Dos funciones llenas mostraron claramente la efectividad de la idea.

A mediados del año, y cuando la banda era una de las más solicitadas en shows, comenzó la grabación del segundo disco, ya sin Charly García como productor artísticb.

La presentación del segundo trabajo discográfico, titulado «Vasos y besos», se realizó el 30 de diciembre en la cancha del Club Vélez Sársfield. Tal cual se había hecho con el primer disco, para «Vasos y besos» se programó la difusión escalonada de tres temas, pero se tropezó con un hecho imprevisto. El segundo de los temas, «Mil horas» (el primero había sido «No se desesperen»), se convirtió en un suceso extraordinario, transformándose en el himno de un sector del público que habitualmente no consume rock. De ahí en más, «Mil horas» sonó hasta el hartazgo en las radios.

A fines del ’83, Daniel Melingo optó por alejarse definitivamente del grupo. En principio su deserción fue temporaria y se decidió suplantarlo momentánemanete por Alfredo Desiata (ex Eléctrica Rioplatense). Finalmente, Melingo (uno de los líderes e ideólogos de Los Twist) y Desista compartieron el escenario de Vélez en lo que pudo considerarse la despedida para uno y la bienvenida oficial para el otro.

Ya con Desiata como miembro estable, Los Abuelos se embarcaron en una amplia gira por el interior del país. En los primeros meses del ’84, y cuando Miguel Abuelo y Andrés Calamaro estaban sumidos en sus experiencias solistas, Los Abuelos comenzaron a elaborar el material del tercer disco, que se grabó durante el mes de julio en los estudios Panda. Para presentar anticipadamente parte de este material, el grupo decidió realizar dos conciertos en el estadio Luna Park, una buena forma de aprovechar su mejor momento y mantener viva la expectativa del público para el tercer longplay.

LOS MUSICOS

DANIEL MELINGO (vientos)

Melingo nació el 22 de octubre de 1957 y en su curriculum ostenta el orgullo de haber participado del grupo brasileño Agua, banda de acompañamiento durante mucho tiempo del solista Milton Nascimento. Su actividad con Los Twist —donde toca guitarra— y su participación en la gira presentación de «Clics modernos» de Charly García lo dejaron sin el tiempo necesario para seguir adelante con Los Abuelos de la Nada, grupo del que se despidió el 30 de diciembre del ’83 en Vélez.

MIGUEL ABUELO (voz y percusión)

Nació el 21 de marzo de 1946. Formó parte de la primera generación del rock nacional junto a Moris, Tanguito, Litto Nebbia, Javier Martínez y otros. Es el fundador de Los Abuelos de la Nada, grupo con el cual trabajó desde 1967 hasta 1969. En ese año comenzó a trabajar como solista y tiempo después se radicó en Europa. Vivió en varios países donde realizó presentaciones y grabó bandas de sonido para distintas películas. Retornó al país en 1979 y de inmediato decidió reflotar el viejo nombre con nuevos músicos. En la actualidad, además de su trabajo con la banda, lleva adelante un proyecto solista que pronto se verá cristalizado en un álbum: «Día, buen día».

ALFREDO DESIATA (vientos)

Es el único miembro de Los Abuelos de la Nada que no pertenece a la formación original de la nueva etapa. Se incorporó al grupo como reemplazo eventual de Daniel Melingo en algunos shows a fines del ’83. Finalmente, cuando Melingo decidió dejar el grupo en forma definitiva, Desiata se incorporó como miembro estable. Antes de integrarse a Los Abuelos había tocado junto a La Eléctrica Rioplatense de Emilio Del Guercio y a Disanes, una banda instrumental de rock y blues en la que también militaba Guillermo Palazzolo, guitarrista de Alejandro Lerner.

GUSTAVO BAZTERRICA (guitarra y voz)

Nació el 24 de junio de 1955. Debutó profesionalmente en 1974 integrando Reino de Munt, un grupo formado por Raúl Porchetto del cual participaba también Alejandro Lerner. A fines de 1975 fue llamado por Charly García para que se integrara a La Máquina de Hacer Pájaros. Con este grupo grabó dos longplays: «La Máquina de Hacer Pájaros» y «Películas». Tras la separación de La Máquina participó del Festival del Amor y luego formó una banda junto a Rinaldo Rafanelli, Oscar Moro y Alejandro Lerner. Posteriormente trabajó en varios proyectos con Rafanelli y colaboró con Luis Alberto Spinetta en varias presentaciones. Con Spinetta viajó a los Estados Unidos para participar con un lucido sólo de guitarra acústica en el disco «Sólo el amor puede sostenerlo», del ex Almendra. En esa oportunidad tuvo un ofrecimiento para grabar en Los Angeles un disco solista, pero el proyecto nunca se llevó a cabo. A su regreso de Estados Unidos estuvo un tiempo inactivo y posteriormente se unió a Los Abuelos de la Nada.

CACHORRO LOPEZ (bajo)

Nació el 3 de marzo de 1956. Es reconocido como el primer bajista argentino que tocó reggae ya que integró en Londres, en la década del ’70, el grupo jamaiquino Jah Warrior. Regresó a la Argentina junto a Miguel Abuelo en 1979 y fue uno de los gestores de los nuevos Abuelos de la Nada. Junto a Bazterrica y Calamaro participó de las presentaciones en vivo de «Yendo de la cama al living», de Charly García. Tras la disolución de ese grupo trabajó en un proyecto grupa! con Bazterrica, Willy Iturri y Fabiana Cantilo, pero todo quedó en zapadas y un par de demos.

ANDRES CALAMARO (teclados y voz)

Es el más joven de Los Abuelos. Nació el 22 de agosto de 1961. Trabajó durante mucho tiempo en infinidad de bandas subterráneas. A los 17 años se incorporó a Raíces, grupo liderado por el bajista Beto Satragni, y con ellos debutó discográficamente. Posteriormente integró una de las varias formaciones de Trigémino. Después pasó a formar parte de la Elmer Band y continuó tocando eventualmente junto a distintos músicos hasta que fue llamado por Los Abuelos de la Nada. lncentivado por la repercusión obtenida por «Sin gamulán» y «Mil horas» dos de los temas que aportó para los discos de Los Abuelos— a fines del año pasado decidió grabar un álbum como solista. El disco será editado en poco tiempo más con el nombre de «Hotel Calamaro».

POLO CORBELLA (batería)

Nació el 11 de mayo de 1947. Es un músico experimentado que participó de algunas formaciones en la legendaria Cueva de Pueyrredón. Fue el baterista de los PickUps. Después de bastante tiempo de aparente inactividad, Corbella volvió a los escenarios como integrante de Bubu, una banda de rock teatral que a mediados de la década pasada lideraba Miguel Zavaleta, hoy cantante de Suéter. Posteriormente participó de varias formaciones hasta que en 1980 se incorporó a Destroyer, grupo formado por Willy Quiroga tras el final de Vox Dei. Al poco tiempo se integró a Los Abuelos de la Nada.

LOS GRANDES CONCIERTOS

B.A. ROCK ’82

Fue el sábado 13 de noviembre de 1982. Los Abuelos de la. Nada tocaron en quinto lugar, después de Virgem, María José Cantilo, Dr. Rock y Aucán. La banda abrió con «Tristeza de la ciudad» y de inmediato todo el mundo se puso a bailar. Fue el primer gran éxito masivo de Los Abuelos, hasta ese momento una promesa más del rock nacional. En esa oportunidad, (N° 175) dijimos: «Miguel Abuelo y sus músicos rescataron la alegría para un encuentro que había sido demasiado solemne hasta ese momento ( …) Los Abuelos siguen con su propuesta eminentemente rítmica y con interesantes matices literarios».

FERROCARRIL OESTE

Fue el 25 de diciembre de 1982. Los Abuelos se presentaron en calidad de soportes de Charly García, tecladista junto al cual tocaban tres de Los Abuelos. El grupo tocó ante de Sueter, cuya actuación fue catastrófica. Frente a un clima poco óptimo y demasiado cargado, Los Abuelos de la Nada se mandaron al frente y consiguieron cambiar radicalmente la situación y consolidar su posición en el panorama nacional. De ese concierto, Pelo (N’ 179) dijo: «La gente respondió a las apelaciones de Miguel Abuelo aunque el calor era paralizante. ‘Tristeza de la ciudad’ consiguió hacer olvidar el infierno y todo el mundo transpiró bailando».

ESTADIO OBRAS

Fue el 4 de junio de 1983. Por primera vez en su carrera, Los Abuelos de La Nada

afrontaban un gran evento como única atracción. El resultado no pudo ser más positivo: dos funciones con lleno total. Ese día, Los Abuelos tocaron íntegramente el material de su álbum debut y adelantaron algunas composiciones que luego grabarían en «Vasos y besos Pelo (N° 189) dijo: «El show de Los Abuelos tuvo una ambientación adecuada y un público fervoroso que una vez más demostró. que el rock argentino necesita con urgencia alternativas descontraídas y desolemnizadoras.

VELEZ SARSFIELD

Fue el 30 de diciembre de 1983 en la cancha de Vélez Sarsfield. Este concierto tuvo un especial significado para el grupo porque ese día se despidió oficialmente de la formación el vientista Daniel Melingo. Además, Los Abuelos presentaron con un marco multitudinario su segundo disco, titulado «Vasos y besos». Pelo (N° 204) dijo. «Los Abuelos desplegaron su magia tan particular dentro de un clima de fervor y„ entrega tota: ( …) En Vélez, con todo el público bailando y cantando a los gritos, los Abuelos subieron un nuevo escalón hacia la cima. Y lo hicieron de la mejor manera: a todo ritmo».

LUNA PARK

Dos conciertos: 24 y 25 de mayo de 1984. Sin que presentaran un nuevo álbum ni que se despidieran de nada, Los Abuelos tocaron en el estadio Luna Park para —según anunciaron— «no dejar que los argentinos vuelvan a aburrirse». Obviamente, el evento fue también una buena excusa para que Andrés Calamaro y Miguel Abuelo ‘mostraran parte de sus respectivos materiales como solistas.

LA DISCOGRAFIA

En sus primeros tiempos, Los Abuelos de la Nada eran un grupo cuya propuesta tenía clara tendencia hacia el jazzrock y la música de fusión. Esta variante se matizaba con la corriente latina que trataba de imponer Miguel Abuelo. Sin embargo, su primer disco mostró marcadas diferencias con el estilo que se conocía en la banda. Seguramente por el trabajo de Charly García en la producción artística, Los Abuelos abordaron una temática más frivola, directa y divertida. Grabado en los estudios Panda entre el 7 de junio y el 24 de julio de 1982 con Amilcar Gilabert en la consola, el disco debut mostró desde reggae («Tristeza de la ciudad,» «Sin gamulán») hasta rockanroll («Cómo debo andar»), pasando por el funky («No te enamores nunca de aquel marineo bengalí,» «Guindilla ardiente») y la música latina («Se me olvidó que te olvidé). El disco se convirtió en un éxito inmediato y Los Abuelos de la Nada encararon incentivados su segundo registro.

Ya sin Charly García en la producción —pero inevitablemente presente en sus influencias sobre el grupo— Los Abuelos grabaron en la primavera del año pasado «Vasos y besos». El disco es una continuación de la llanca musical mostrada en el primer trabajo. «Vasos y besos» tiene una gran variedad rítmica y uno de sus temas («Mil horas») le permitió al grupo acceder a un público que habitualmente no sigue al rock.

«LOS ABUELOS DE LA NADA» (1982)

Lado A: «No te enamores nunca de aquel marinero bengalí», «Sin gamulán», «En la cama o en el suelo», «Cómo debo andar», «Ir a más». Lado R «Trizteza de la ciudad», «Creo que es un sueño mis», «Levantando temperatura», «Guindilla ardiente», «Te vas rica», «Se me olvidó

que te olvidé». Personal: Miguel Abuelo (voz, coros y percusión); Gustavo Bazterrica (guitarra, voz y coros); Andrés Calamaro (teclados, vos y coros); Polo Corbella (batería y coros); Cachorro López (bajo) y Daniel Melingo (clarinete y saxofón). Músicos invitados: Nito Mestre en «No te enamores …» y Charly García en «En la cama . . .», «Se me olvidó …» y «Cómo debo andar».

«VASOS Y BESOS» (1983)

Lado A: «No se desesperen», «Así es el calor», «Yo soy tu bandera», «Sintonía americana», «Espía de Dios», «Cucarachón de tribunal». Lado B: «Vamos al ruedo», «Mil horas», «Hermana

Teresa», Chalaman», Mundosinmundos». Personal: Miguel Abuelo (voz, coros, congas, timbales y percusión); Gustavo Bazterrica (guitarras, voz, coros y percusión); Andrés Calamaro (teclados, voz, coros y percusión); Polo Corbella (batería, coros y percusión); Cachorro López (bajo, coros y percusión) y Daniel Melingo (saxo, clarinete, voz, percusión y guitarra).

TRABAJOS PARALELOS

Si algo ha caracterizado la carrera de Los Abuelos de la Nada ha sido la labor extragrupal de sus miembros. El lanzamiento inicial en este sentido lo dio Miguel Abuelo, prácticamente antes de que el primer disco del grupo estuviera en la calle, con una serie de actuaciones solistas en pequeños escenarios en los que repasó canciones de todas sus épocas.

Posteriormente, y ya con el primer álbum de los Abuelos editado, Gustavo Bazterrica, Andrés Calamaro y Cachorro López aceptaron un ofrecimiento de Charly García para tocar en las presentaciones de «Yendo de la cama al living». Casi simultáneamente, Daniel Melingo se convirtió en el vientista más requerido y colaboró con varios números, entre ellos el Fontova Trío, agrupación de la cual prácticamente fue un invitado permanente.

Una vez disuelta la banda de García, otros dos de Los Abuelos comenzaron a trabajar con mayor preocupación en un nuevo grupo que hasta ese momento era una especie de hobby: Los Twist. Daniel Melingo como guitarrista y Polo Corbella como baterista volvieron a trabajar entonces con Charly García como productor.

El primer longplay de Los Twist fue un éxito y Melingo optó por seguir adelante con ese grupo. Corbella, en cambio, decidió dejar su puesto y dedicarse de lleno a Los Abuelos. En tanto, García —quien ya había incorporado a Melingo a su nueva banda—llamó a Andrés Calamaro para la presentación de «Clics modernos». Sin embargo, y a fin de preservar la integridad grupal de Los Abuelos (que ya se había visto deteriorada en el pasado debido a García), Calamaro no aceptó el ofrecimiento.

Poco tiempo después, el tecladista comenzó a bocetar lo que en definitiva será su primer longplay solista, próximo a editarse, que llevará el título de «Hotel Calamaro». Miguel Abuelo, por su parte, decidió este año concretar un viejo anhelo: grabar un álbum solista junto a algunos de sus amigos más dilectos. El trabajo, que será concluido a mediados de año, llevará por título «Día, buen día» y se estima que aparecerá en la primavera próxima.

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