Es el long play más libre y más hermoso que escuché en mucho tiempo. Y esto es seguro que le va a ocurrir a quien se predisponga a recibir esta música del aire. Cada uno de los temas es tan espontáneo que, lógicamente, no hizo falta variedad de instrumentos o excesiva potencia. Escuchar estas canciones increíblemente saludables es como meterse en el cuerpo de las cosas que uno ama, es un viaje extraño y amable por las paranoias del mundo y por las pequeñas islas para náufragos decididos y con vocación.
Hablar de los resultados técnicos de este long play sería estúpido. Pasa a un plano totalmente secundario ante una pelota de sensibilidad que se desprende de cada clima logrado. Sin embargo, no es despreciable sospechar que mucha responsabilidad en este viaje por la mente que no queremos conocer se deba a la escueta y fértil colaboración de dos de los antiguos compañeros de Luis (Rodolfo y Emilio) y de alguien que lo debe conocer más que varios: su hermano.
Muchos van a pensar que están nuevamente con el Spinetta de algunas cosas de la primera época de Almendra, y estarán tal vez contentos de recibir parecidas, recordatarias vibraciones como entonces. Pero no es así. El mismo Luis lo canta en uno de estos temas: «Aunque me fuercen no voy a decir que todo tiempo por pasado fue mejor».
Tapa: Aunque Vinicius de Moraes sea un chanta tiene una frase que por lo menos sirve: “Odio todo lo que oprime: hasta la corbata». Que todos los discos tengan tapas cuadradas también es odioso y oprimente. Seguramente inquletará a los que están standarizados porque les molesta no poder ponerlos en en anaquel de los cuadros. Quizás algún día se den cuenta que este disco no es cuadrado…
Síntesis: Mientras escuchen solamente el disco nadie se dará cuenta por qué se llama «Artaud». Quienes logren engullirse algún escrito de ese loco (para los otros, claro) verán, obviamente más claro y, además, no les va a caer indigesto. Pero la síntesis es que Spinetta es un músico total, tan total que hizo una música que te mata y no sabés bien por qué te está matando y que te gusta y no encontrás cómo explicarle a tu vecino que te gusta. No te perturbes: ese tipo de confusiones suelen sentirse ante las obras de arte.