Yo te traicionaba,
no era un amigo tan leal.
Vos exagerabas,
mi piel nunca cortó tu puñal.
Pero si ahora estás tan loco,
¿cómo te voy a explicar?
Rompí las cadenas de metal,
me hice otras de mejor material.
Sólo soy un torso
que flota en el medio del fangal.
Soy hermoso,
nada debería salir mal.
Siempre llama y me reclama,
nadie lo comprende
porque es tan inaccesible…
Nada debería salir mal.
Pero una cosa es la vida
y otra la felicidad,
como dos caminos en zigzag
que en algún punto se cruzan.