Seis y media, la campana,
ella corta una tostada, el café y dejás irse a la mosca.
Y decís «Así es la vida, es tan bonita, merece respeto».
Siete y diez, bondi en la esquina,
te trepás entre bocinas, y empujás por no morir ahogado.
Ocho menos cinco el kiosco ves, comprás chicles ocho menos tres.
Derecho loco, entrás corriendo al ascensor, ¿qué tal Rosendo?
Cómo les ganamos, qué calor.
Como un preso y su atadura,
una monja de clausura, es el precio que pagás por este andar.
Lunes, comienza el bajón,
martes, es la misma canción,
miércoles, dale, hay que seguir.
Jueves, ya se puede salir,
viernes, nos vamos a encontrar,
sábado, a descontrolar,
domingo…
Contra el paredón!
Todos es igual, todos igual, todos es igual.
Todos es igual, todos igual, todos.
A mí no, a mí no, a mí no, a mí no, a mí no.
Pero que entonces no es tan fácil como dicen estas cosas del amor.
Mi mamá me mima, mi mamá me embola, mi mamá me faja si razona.
Todos es igual, todos igual, hablando del bien, después del mal.
Tiene merecido embarazo, llama al doctor.
No señor, no señor, no lo volveré a hacer más,
no señor, no señor, no lo volveré a hacer más.
No señor, no señor, si soy muy bueno.
Todos es igual, todos igual, todos es igual, todos igual.
Todos es igual, todos igual.
Si quieren me saco la grasa, me pongo pelo, a ver qué pasa.
Si quiero vuelvo a la movida, si quiere caca, no, no pida.
Lunes, comienza el bajón,
martes, es la misma canción,
miércoles, dale, hay que seguir.
Jueves, ya se puede salir,
viernes, nos vamos a encontrar,
sábado, a descontrolar,
domingo…
Contra el paredón!
Mírenme en el mar en mayo, maya, playa,
plato playo, soy feliz, no ves, no se me nota.
No querés tanques por dispar,
las ropas en todo lugar, no es nada si no estás en Instagram.
Todos es igual, todos igual.
Todos es igual, todos igual.
Todos.