La pantera albina nos vigila y nada mas
Hace tanto que yo ya ni miro
Huelo sus colmillos , su sigilo al merodear
No me canso de intuir sus jugos
Es tan fácil olvidar, ya no se porque estamos acá
Somos su comida, su nostalgia de cazar
No me toca pero ya está encima
Junto su saliva la acumulo en el placard
Me regalo a ser su plato frío