Flotan los ojos, apenas volar,
buscar hueco y calor, morir, descansar…
Ya pasó el caos, ya hay claridad,
estás a salvo acá acurrucado y final
El dolor puede ser una cascada azul,
una danza en los patios del destino
Seda en las ventanas, una amable melodía,
si es que te alejás
y atrapás esos molestos temblores
que zumban se deslizan y chorrean
y se encienden en espiral como serpientes
y buscan un carrousel para morir…
Una vez que cortás se pudre el corazón,
sabés de lo que te hablo
No te vi patalear cuando el indio murió,
sos un cagador también
Puedo verte un futuro brillante
el despegue de acá en adelante
la gloria floreciendo en vos…
No resistas caricias, se llama «rencor»,
sabés de lo que te hablo
No es bien visto escupir el rostro del amor,
sos un cagador también…
Si el acorde se pone muy tenso,
podemos destripar unos cientos,
la historia de la gloria se hace así…
Calcular la movida trampas de cristal
murmurar a escondidas y hacer cuentas,
educar la vista para encontrar la presa
y desarrollar y excitar esas púas niqueladas
que crecen ramifican y fermentan,
se retuercen y procrean nuevas púas
que se pudren buscando felicidad…