Atravesando el sur,
el camino que falta
se hará màs lejos llegando a pie.
Atentos a la quietud
y a trampas que nos engañan
como un señuelo a cada pez.
Unamos nuestra luz
que no hay color en el alma
como pigmento en cada piel.
Sigo a la cruz del sur
y a una voz que me llama
como una fuerza llevándome…
Lejos hacia un lugar,
a una distancia inhóspita
donde el tiempo no se acabarà jamàs.
Sòlo para brillar
en una llama cósmica
que ni el tiempo nunca apagarà jamàs.