La arena es el dueño,
la arena es el sueño,
la arena es el dueño…
la calma sutil del mar es la almohada.
El viento es silencio,
el sol y su tacto,
el viento es silencio…
las olas abrazan la entrada en el templo.
La playa va avanzando;
la playa sigue entrando.
Viviendo el sonido cuando rompen.