El atardecer,
muere en la avenida al fin,
las mujeres de cobre ,
excitan las simientes.
El hilo de voz
de un triste predicador,
no conmueve a sus fieles,
y nadie va a sus redes.
Un tipo me quiere ofrecer
su bienvenida al Once.
Pagaré mi sangre azul del norte…
Hoy necesito entender
nadar en aguas más tibias
Dormir en nubes mi canto
cubrirme con su manto.
Pagaré mi sangre azul del norte…
Hoy necesito entender
nadar en aguas más tibias
Dormir en nubes mi canto
cubrirme con su manto.