En la cresta de la ola,
configurando un patrón,
a quemarropa la plaga nos devoró.
Animal de sangre fría
acostumbrado a mentir,
a cada paso se arrastra como un reptil.
Ya no reciben las balas,
inmunizados están,
y en la carrera no importa a quien pisotear.
Se comen unos a otros
como los zombies que son
y saben siempre adaptarse al mejor postor.
Soy veneno y antídoto a la vez.
Puedo ser tu enemigo o un aliado.
Voy cambiando de piel para ocultar
los errores que cargo del pasado.
El síndrome se diseminó:
¡La plaga llegó!
¡El síndrome se diseminó!