Camina un punto mediofinal.
Está perdiendo el sueño y no hace nada por azar.
Va abriendo sus ojos con cada respiro que el hielo le da,
y sigue el camino más largo.
Rompiendo alguna regla social,
guardando sus sueños en el bolsillo de atrás.
Le grita al cielo, le clava la vista y no cree que exista
algún camino más largo.