La marioneta se cansó de llorar,
el cine, «el Flaco» y tu manera de hablar,
en éste encuadre te podrás desvestir
y como un rayo saltarás del jardín.
Deberías jugar, deberías hacerlo.
Cuando los años se te ponen de pié
sentís que pesan las guirnaldas,
dípticamente se podrá amalgamar
lo que te sobra y aún te falta.
Deberías jugar, deberías hacerlo.
Hay pura luz en el aire,
faltan dos, sobran dos
y al mirarte, deberías amar.