¡Nena! ¿Hasta cuándo
me tendrás aquí esperando?
Te vas sin un «adiós»
sin decir cómo, dónde y cuando.
Me tienes entre rejas
y no me puedo escapar.
Te veo por mi ventana
y no te puedo alcanzar.
Como el viento,
Corres como el viento.
Me tienes cansado
siempre es la misma mentira.
Si no estás en el trabajo
estás en lo de alguna amiga.
¡No, no! ya no lo aguanto más.
¡Ven a buscar tus cosas
y no vuelvas nunca más!
Como el viento,
Corres como el viento.
Volviste en ropas nuevas,
joyas caras y sombrero.
Miraste tu reloj
y ya no te sobraba tiempo.
Un puñado de billetes
arrojaste a mis pies.
Al golpear mi puerta
te vi desaparecer.
Como el viento,
Corres como el viento.