Recuerdo un gallo negro
colgado como advertencia
que esto no es para cualquiera
y confié sólo en Chazarreta.
Saliste de la niebla
como la tormenta,
señalando a quienes
nos mienten en la jeta.
En el cielo, puse el grito
y si no está escrito, lo escribo yo.
Chazarreta es el conjuro
para esquivar la trampa
del arte y sus artistas
de rockeros paracaidistas.
Y levantarse entre los muertos,
pasándolos de largo
porque murieron diciendo
que yo estaba agonizando.
En el cielo, puse el grito
y si no está escrito, lo escribo yo.