Yo no soy un volador,
me quedé bien vacío y sin fichas,
para la máquina de la canción.
solo traigo yo mis manos,
y dos piernas para andar,
los caminos se agigantan,
se hacen piedras al volar.
nunca, nunca fui un trovador,
solo un bicho que sin alas desnucó,
por andar bien rasando bajo el sol.
se quemaron ya mis alas,
llamaradas en mi corazón,
pronto se hace aquí la noche,
y no enciende el fuego de hoy.
no, no soy de este lugar,
no pertenezco a ninguna comunidad,
nunca tuve ideales pa’condenarme.
solo actúo por instintos,
y sin huesos me quedé,
yo no me voy para el cielo,
y en el infierno estuve ayer.
amor…
y volar, volar…