Quiero elevar al cielo mi copa
y celebrar por mis glorias y derrotas,
quiero llenar de gloria mi boca
y elevar al cielo himnos de redención, de redención.
Por recibir la esperanza buena
después de cada decepción,
sentir que corre por mis venas
el placer de estar vivo
y por esta sed de satisfacción.
Por elevarme hasta las alturas
y por bajarme hasta la profundidad,
porque tacando fondo elevaré
y como el ave fénix renaceré
de las cenizas una vez mas.
Si te postran diez veces te levantas,
otras diez, otras cien, otras quinientas,
nunca han de ser tus caídas tan violentas
y tampoco por ley han de ser tantas.
Porque tocando fondo elevaré
y como el ave fénix renaceré
de las cenizas, una vez mas, una vez mas.