Vine a patear la puerta de tu ciudad.
No me preguntes cómo llegué hasta acá.
Estoy algo cansado de caminar
Pero pensé en tu risa y no iba a parar.
Hice tantos caminos para llegar.
No imaginé que el día se iba a apagar.
La luna, nada oscura, se apiadó
Y con unas estrellas me lo marcó
A tu corazón tan tuyo.
Y mi corazón, igual.