«Todo está al borde» se titula el sexto material de los oriundos de Goya, Corrientes. El mismo fue grabado durante el 2015 en Estudio Romaphonic por Mariano Bilinkis, con la producción musical de Pelu Romero y los propios integrantes.
Con 13 años de trayectoria, «Todo está al borde» encuentra a Superlasciva en un estado de madurez importante, con letras y sonidos que reflejan la fuerza musical de la banda y la experiencia de todos estos años juntos. La banda vive en Buenos Aires desde sus comienzos, teniendo a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como punto neurálgico para sus presentaciones e inicios de giras.
¿Qué tema determinó el comienzo de «Todo está al borde»?
Manuel: No recuerdo bien, pero puedo decirte que mi metodología de trabajo es componer primero la melodía y la armonía. Una vez que junto diez o doce que me conmueven y convencen, recién ahí le incorporo la letra. En «Jinetes» puntualmente me salió la música e inmediatamente le puse la letra.
¿Hablamos de composiciones que se gestaron durante esta última etapa o había un remanente de otras épocas?
Manuel: La gran mayoría eran canciones nuevas, compuestas entre 2014 y principios de 2015. De hecho, «Jinetes» fue la última que apareció y es la número dos del disco.
¿En qué momento se plantearon la necesidad de volcarlas al estudio?
Manuel: Cuando ya teníamos como veinte canciones y un dinero juntado de los shows que hicimos durante dos años. Casi siempre termino de grabar un disco, pasa un tiempo y me pongo a hacer canciones nuevas. Cuando veo que hay un grupo que puede darle forma a algo nuevo arrancamos con la pre-producción. En general, pasó que cada dos años salió un material y la banda fue adquiriendo una identidad musical. Para el próximo quizás nos tomemos más tiempo y le demos una vuelta de rosca.
¿Cómo fue el proceso de grabación en este caso?
Manuel: El proceso arrancó a principios de 2015 cuando puse las veinte canciones que tenía terminadas. Yo soy el compositor y en aquel momento se las pasé a los chicos para que las escucharan. Luego armamos una reunión entre todos para decidir lo que íbamos a hacer y ganó la idea de trasladar el vivo de la banda al disco. O sea, que reflejara la energía y volviéramos a la metodología de trabajo que aplicamos en «Torrencial». «Acerca de las batallas necesarias» se había grabado por capas y se construyó como si fuera un demo.
En este último empezamos a producir entre todos y donde ensayamos teníamos las posibilidades de grabar, así que lo hicimos con todas las ideas que se nos ocurrieron por un período de seis meses. No queríamos un demo, sino ensayo y grabación de la banda.
Decidieron incorporar a un productor.
Manuel: Sí, necesitábamos esa mirada externa que nos diera una mano. Pensamos en Pelu Romero porque habíamos laburado juntos en otros proyectos y vino a grabar al estudio. A su vez, nos escuchó varias veces en vivo y le gustaba la banda. Finalmente se sumó y empezó a venir a los ensayos. Fue tirando sus ideas y dando su punto de vista; ademas hizo un gran aporte con las voces. Se juntó con Robert, el cantante, y fueron explorando distintas interpretaciones.
Llegó el mes de diciembre y nos fuimos super afilados para Romaphonic. Ahí grabamos toda la banda en tres días con el aporte de Mariano Bilinkis como ingeniero. Era la primera vez que trabajábamos con él y la verdad que fue impecable.
¿Pelu Romero sugirió ese estudio?
Manuel: No, ya habíamos proyectado hacerlo en ese lugar. «Torrencial» fue grabado en vivo en Estudios Ion y nosotros sabíamos que Romaphonic estaba muy bien. A su vez, uno de los chicos que más solía trabajar ahí era Mariano Bilinkis, y a mí ya me lo habían recomendado. Después, lo que fueron voces y algunas percusiones, se grabaron en Cuarto U; al igual que la mezcla.
¿Qué buscaron transmitir?
Manuel: No hay un concepto total del disco, sino que la temática es bastante amplia. Tenés canciones que hablan del litoral, de sus paisajes y las sensaciones de vivir ahí. Y el otro aspecto donde se plantea la preocupación por cómo se están contaminando los ríos y destruyendo las tierras con los agro-tóxicos.
Nosotros solemos ir a Corrientes en verano y los últimos estuvieron acompañados de tantas lluvias que inundaron todo. De ahí vino un poco la idea del nombre “Todo está al borde”. De esa melancolía y angustia de estar encerrado y no poder hacer nada.
En relación a lo sonoro, buscamos transmitir las energías de la banda en vivo y el resultado fue el disco más movido de nuestra carrera musical.
¿Cómo llegó Superlasciva a Texas?
Manuel: En el 2009 se hizo un concurso de bandas llamado Marlboro Music, donde la gente votaba por internet. Después se tocaba en vivo y seleccionaban a cuatro finalistas. Finalmente ganamos nosotros y el premio fue la posibilidad de participar del festival “South by southwest “, en Austin, Texas. Era el evento de música independiente más grande del mundo y tocamos con bandas de Francia, Colombia, Estados Unidos y México, entre otras.
Fue una experiencia muy linda y nunca se me había pasado por la cabeza ni en sueños. Después nos volvieron a invitar y nos pusimos en campaña para hacer shows y pedir plata a Cultura de Corrientes. La segunda vez hicimos como seis presentaciones y fue muy loco.
Ahora nos pasó algo similar con la invitación a participar de un festival que se hace todos los años en la Casa de las Américas, en Cuba. Tenemos escuchas de allá que les gusta la banda y una de ellas es organizadora del evento, así que nos quiere llevar.
¿Para cuándo sería?
Manuel: Marzo del año que viene, así que vamos a mover cielo y tierra para poder estar ahí.
¿Dónde piensan presentarlo ahora?
Manuel: El 6 de agosto vamos a tocar por primera vez en el oeste, en un lugar que se llama Yira Yira, de Ramos Mejía. El finde largo de agosto nos vamos de gira a Corrientes y Chaco.
La presentación oficial acá en Capital será el 17 de septiembre en el Centro Cultural Caras y Caretas. Una sala muy linda en San Telmo donde tocamos varias veces. A fin de año nos iremos a presentarlo a Goya, nuestra ciudad natal en Corrientes.