Soluna es un grupo que no ha figurado mucho en las carteleras porteñas, a pesar de la popularidad de su lider, Gustavo Santaolalla. Ahora, a punto de sacarsu primer álbum, Soluna pasó por Mordisco para describir sus experiencias.
Cuentennos del L.P.
Bueno, fueron 200 horas de grabación muy intensas.
Como somos un grupo abierto participó mucha gente. En el L.P. tocan dos tecladistas: Alejandro Lemer y el Negro Valencia. Toca también el violinista de Bubu, Sergio Polizzú. En muchos temas Valencia toca percusión.
El laburo de producción lo hicimos nosotros. cnviene aclarar aquí qué quiere decir producción: Es la concepción artística y técnica de un disco.
Es algo así como “los arreglos” de grabación: Cómo dividir los canales, que tipo de sonido elegís, qué ponés en primer plano, etc;. La producción de “Energía Natural” es una de las más lindas en que participé,
Hicimos algunos experimentos intereganteg. Grabamos, por ejemplo, instrumentos de percusión en estéreo.
El solo de viola de “Espérame encendida” lo hice enchufando la viola directamente a la mesa de grabación y poniendole un micróonito de contacto en el puente de la guitarra eléctrica. Ese micrófono lo conectamos a la cámara de la mesa, Entonces se produjo un pequeño desfasaje, porque el sonido de la conección directa llegaba antes y el micrófono de contacto producía una cámara atrasada y que sonaba súper latosa.
En un tema de Alejandro Lerner que hicimos con voces, acordeón, piano y bajo, los teclados del acordeón los grabamos en distintos canales.
Por otro lado, lo interesante del LP es que casi la mitad del tiempo de grabación lo dedicamos a las voces: más de ochenta horas. La mayoría de los temas. están grabados a cuatro voces, utilizando todas las posibilidades de los diferentes canales. Hay partes en que están dobladas las voces y son hasta 24. La propuesta general del álbum gira alrededor del canto, de las voces, de la canción.
Hay un tema, que es el de mayor onda folklórica, grabado con instrumento de cuerdas únicamente. Los instrumentos soñ: charango, dulcimer, violas de seis y doce cuerdas, bajo y violín. El long play tiene una onda muy fresca, nada grandilocuente.
¿Y qué hay de volver a actuar en público?
Nuestra idea es hacer un ciclo de conciertos. Una sala chica y tocar durante un período largo. Así la gente tiene más tiempo para enterarse, y más posibilidades de escucharnos con calma.
A ustedes les fue muy bien por el interior el año pasado ¿no es cierto?. Casi tanto que se olvidaron de Buenos Aires…
Fue impresionante. Lo mínimo de público fueron 5.000 personas en Santiago del Estero. Y santiago es un lugar donde el rock casi no existe. En Mendoza fueron 10.000 personas.
Hay una gran apertura en el interior, El público es más abierto, menos esquemático que en la Capital. Tienen menos prejuicios, Aquí en Buenos Aires la gente se pone la camiseta de un músico y no escucha a los otros músicos. Es como una pequeña guerra. En el interior eso no se conoce, no hay un culto religioso por los músicos: hay verdaderas ganas de escuchar música.