A través de su nuevo single «Mariposa», la banda nacional propone un vuelo suave entre dos realidades. Grabado en las ciudades de Buenos Aires y Los Ángeles, fue producido por Gustavo Santaolalla, quien además canta y toca instrumentos no convencionales.
Para el videoclip que acompaña a la canción, los Massacre nos sumergen en una atmósfera onírica, surrealista y sugestivamente psicodélica.
¿En qué momento se compone «Mariposa» y cuál es la musa inspiradora?
Walas: Antes de la pandemia nosotros ya teníamos preparado un disco para entrar a grabar. Cuando empieza ese período de oscuridad, que yo le llamo anacrónico porque no se sabe si es de día o de noche, aparecen canciones acordes a cómo estaba la humanidad con su estado mental. Más reflexivos y con más incertidumbre. Ahí surge un álbum nuevo y, dentro de él, «Mariposa».
En el videoclip se observan colores y mucha luz, que parecen reflejar cierta esperanza.
Obviamente, lo que propone el video es salir de la oscuridad. La mariposa, antes de nacer, es un capullo que está en la tierra. Entonces, lo que propone la canción es salir hacia la luz. Primero de la pandemia, después evolucionar y cumplir nuestra misión de ser hijos de dioses.
¿Cuál es la búsqueda sonora?
Hace tiempo que venimos pidiéndonos simpleza porque, en 30 años de banda, pasamos por todo tipo de complejidades. Tuvimos discos conceptuales, otros tratados de psicología y divididos en tres actos. Hicimos rock sinfónico, progresivo, psicodélico y grunge psicodélico. Esta vez aplicamos algo que nos enseñaron los Babasónicos, que es el método sustractivo. Es decir, grabar todo tipo de instrumentos y después borrarlos hasta llegar a la simpleza. Nos resulta algo difícil, porque nos da no sé qué sacar una viola que está re buena, pero en manos de un productor funciona mejor. Así llegamos a «Mariposa», que es cristalina y simple. Sin embargo, a nivel estructura tiene seis partes.
Es difícil escapar de la propia esencia.
Yo le digo a muchos amigos o parientes que quieren irse a vivir afuera, que lo más difícil es escaparse de uno mismo.
¿Cómo se da esta colaboración con Gustavo Santaolalla?
Nos conocemos en el Teatro Coliseo, cuando viene a presentar «Raconto»; un trabajo recopilatorio de su carrera. En ese momento tenemos una conexión absoluta, que va más allá de lo musical porque ambos estamos unidos por el amor a la física cuántica. Somos devotos y estudiosos de los fenómenos paranormales y extra-dimensionales. A partir de intercambiar un par de palabras, nos hacemos hermanos cósmicos y astrales. Por cuestiones generacionales y geográficas, yo soy un discípulo y aficionado porque él sabe mucho más. Cuando nos juntamos con Santaolalla hablamos unos minutos de música y después nos quedamos horas y horas charlando de fenómenos inexplicables. Una vez en casa, comiendo una paella, empieza a escuchar temas viejos de Massacre y dice: «Yo te tengo que producir». A lo que asiento encantado, porque es lo que quiere cualquier Molotov o Café Tacuba. Pasa un tiempito, grabamos un demo con varias canciones, se lo muestro y afirma que lo producirá él. Así armamos el proyecto y ponemos manos a la obra. Estamos maravillados y bendecidos.
¿Viviste alguna situación paranormal que incentivase a convertirte en un aficionado?
Sí. De chico, estando con mi familia, atravesé avistamientos de ovnis. Después tuve situaciones de viajes astrales. También viví experiencias chamánicas o psicotrópicas de pasar a otras dimensiones y dejar de ser yo.
Un universo súper interesante.
Súper interesante, pensá que en Massacre somos cinco. Uno es psiquiatra y científico. A su vez, Fico fue estudiante de Antropología e hizo todo tipo de experiencias chamánicas, que también te conectan con el universo, la tierra y el otro. A partir de ahí, tenés amor por los animales y las plantas. Dentro de la banda hay mucho de ese misticismo. Ahora estamos muy fascinados con esa red que cubre todo el planeta y se llama Mycelium. Está formada por los hongos, una cosa maravillosa que no sabés si es animal o vegetal; pero que tiene millones de propiedades y variedades. Están todo unidos por una red de inteligencia que va por debajo de la tierra y hay que prestarle mucha atención.
¿Cómo sigue Massacre luego de este lanzamiento?
Después de un primer Coliseo, tenemos planeado el segundo para agosto. Ahí presentamos «Mariposa» en vivo y el lanzamiento del álbum «Mamut», que salió hace poquito en vinilo y se agotó. Les recomiendo a los lectores de Rock.com.ar escuchar «Mariposa» en sus dos versiones. Una es la del video, que dura tres minutos y menos, y la del disco tiene más cosas. Chequeen ambas porque están buenísimas.