El quinteto porteño de rock pesado presenta oficialmente «Desconexión», su sexto disco de estudio.
La modernidad como una era vertiginosa, donde la velocidad con la que ocurren las cosas no permite que nada se consolide o se analice y todo ocurra y pase al olvido casi simultáneamente, es una idea recurrente en los trabajos de Lorihen. En «Aún sigo latiendo» (2015), el concepto de Modernidad Líquida de Zygmunt Bauman fue el leit motiv en el aspecto lírico. Me parecía interesante utilizar esa metáfora en tiempos en los que todo es efímero, poco profundo, descartable y transitorio. En «Desconexión» (2018) creo que profundizamos ese análisis y lo aggiornamos con el exceso de entramado virtual que día a día utilizamos para comunicarnos y vincularnos», reflexiona Emiliano Obregón, guitarrista y líder de la banda que nació en 1996 en el barrio de Liniers. «Sin querer sonar apocalíptico, creo que estamos viviendo los últimos tiempos en los que el sentido de pertenencia a un espacio o una ideología musical movilizan a los seguidores de un artista»
¿Cómo es, para una banda con su trayectoria, influencias y estilo, sostenerse y sostener lo que hacen en el tiempo, en un contexto en el que, el que no se aggiorna, se queda afuera?
Justamente ahí es donde buscamos dejar una huella. Sostenerse o mantenerse en un género musical tan intenso como el rock o el heavy metal implica tener a flor de piel la capacidad de adaptarse a los cambios sin olvidar el origen de todo esto, ser paracultural, revolucionario y no quedarse en la zona de confort. Eso muchas veces genera controversias, y es ahí donde creemos que Lorihen se hace más fuerte.
«Desconexión» muestra esa capacidad para mantenerse actuales: sin perder la esencia pesado, suena moderno; sin perder en complejidad, es accesible ¿Tienen en cuenta estas cosas cuando preparan un disco, es lo que va saliendo, o cómo lo manejan?
Un nuevo disco debe sonar actual. Cada disco de Lorihen implica un proceso de búsqueda, en el audio, en la lírica, en la composición, y «Desconexión» tiene todo eso, en un periodo muy corto de tiempo, por ende, logramos hacer un disco muy intenso.
¿Cómo fue componerlo?
Fue sencillo. Cinco meses dentro de mi estudio, noches eternas, muchos litros de single malt que hoy forman parte de mi humanidad, y sólo ver lo que sucede a nuestro alrededor. El rock, y más puntualmente el metal, debe ser contestatario, siempre. Hicimos un disco que creo que, con los años, se volverá un clásico del metal latinoamericano.
Como músico y productor tenés contacto con muchos artistas ¿Cómo ves la escena rockera pesada nacional?
Difícil, y más si sumamos la crisis económica. Para un artista que recién comienza o da sus primeros pasos, financiar la grabación de un disco, la producción de un show o una gira, se hace muy difícil contemplando la poca convocatoria que tienen los shows en los últimos tiempos, debido a la oferta de shows internacionales a valores exorbitantes y los costos que implica bancar instrumentos, equiparse, y crecer en ese aspecto.
¿Cómo encarás cuando te toca trabajar con artistas que sentís que le cuesta actualizarse, salir de cierta seguridad que le da el tener una fórmula?
Si bien considero que el trabajo de un productor está en sacar lo mejor de cada artista y pulirlo hasta llegar al disco, soy de aportar bastante desde lo artístico. Escucho muchísima música, eso me permite hacer un upgrade constante del audio, y por ende tengo una visión bastante objetiva en lo que al sonido final de un disco refiere.
Volvamos a Lorihen. Vienen adelantando material en vivo y lanzando videos de «Desconexión», pero ahora viene la presentación oficial ¿Cómo se están preparando?
Con muchísimo trabajo, trabajando en un show muy fuerte, y a la vez alternando con una gira intensa que nos mantiene prácticamente todos los fines de semana ocupados desde abril.
En el disco hay varios invitados ¿Podremos contar con esas presencias en la presentación del disco?
Seguramente. La idea es hacer una fiesta, y transmitir el disco de manera fidedigna a lo que fue la concepción en el estudio. Igual nos gusta la expectativa.
¿Cómo sigue Lorihen?
Girando y haciendo discos, como hace casi 23 años. Disfrutando de esta hermosa profesión que elegimos, que te quita y te da de igual manera, pero que, en el balance, nos sigue dando positivo.