El trío de rock-pop inicia la serie de lanzamientos de una trilogía de EPs que cuenta con versiones del rock argentino y nuevas composiciones propias.
«‘3D3’ nace de la necesidad de hacer algo que nunca habíamos hecho –señala Nando Varela, bajista de Hijos de Babel–. Hasta ahora siempre habíamos trabajado en discos de diez o más canciones, LP´s por decirlo de algún modo, y pensábamos que en el momento actual de la banda el formato EP nos venía bien, no solo para domesticar y dosificar la ansiedad, sino también para sacar lo mejor de nosotros».
El conjunto del barrio porteño de Floresta, que se completa con Mauro Varela (voz, guitarra y teclados) y Hernán Burset (batería), lleva diez años de carrera, con tres discos en su haber, y con el padrinazgo de Los Tipitos acaban de lanzar el primero de una serie de tres EPs que saldrán a lo largo de este año.
«Si bien en un comienzo son tres EP por separado, la idea es luego juntar a los tres en un solo disco de doce canciones que se llame ‘3D3+3’, por la sumatoria de los EPs con tres canciones nuestras más las tres versiones de temas de otros artistas incluidos como yapa o bonus tracks», apunta el bajista.
¿Qué tienen de especial estos temas para que sean los primeros en ser lanzados?
Las tres primeras canciones creemos que son bastante representativas de lo que es la búsqueda del grupo. Son canciones de rock pop. A veces más cerca del pop, otras del rock, pero siempre tratando de cuidar las melodías y las letras.
Son una banda que prioriza el contenido lírico, la poesía.
Nuestras canciones nacen siempre a partir de una melodía. Luego a esa melodía le ponemos una letra. Muy pocas veces partimos de una letra para hacer una canción. Pensamos que si es la letra la que se adapta a una música, la canción gana mucho más en cuanto al vuelo y la riqueza melódica. De todos modos, no por trabajar así descuidamos el contenido lírico. Bob Dylan dice que «hay que cuidar la letra porque la música se sabe cuidar sola». En ese sentido, tratamos de hacerle caso al que más sabe de este asunto de escribir canciones.
¿Qué tendrá de distinto cada uno de los EPs?
Cada uno va a ser grabado en audio y video en distintos estudios. El primero lo grabamos en Ion, el segundo en Romaphonic, ex Circo Beat, y el tercero aún no lo definimos, pero suponemos que será en otro estudio emblemático. Los tres repiten la fórmula de tres canciones nuestras más una versión. La idea es que en cada EP también haya un artista invitado. La gráfica también juega con el concepto de «3D3» porque cada uno de los EP va a llevar la misma foto de tapa pero con colores distintos tanto en el disco como en la tapa y contratapa. De modo tal que al tener los tres EP en la mano, se entienda el diseño como un sistema cerrado.
¿Por qué eligieron incluir «Plegaria para un niño dormido»?
Simplemente porque nos encanta Spinetta. Es uno de los artistas que más admiramos. Los tres crecimos con su música, aprendimos a tocar nuestros instrumentos sacando sus canciones y a la hora de elegir el tema no hubo mucho que discutir. Fue «Plegaria para un niño dormido», pero podría haber sido «La montaña» o «Jardín de gente». Finalmente nos quedamos con «Plegaria» porque era la que mejor nos quedaba para ponerle nuestra impronta.
¿Qué le aportaron Walter Piancioli y Raúl Ruffino al disco y al sonido de Hijos de Babel?
Los dos le dieron a las canciones un brillo y un color emotivo que nos encanta. Con sus voces vistieron «Como un ritual» y «Al otro lado del amor» con lo mejor del ADN del rock nacional. En lo personal, fui siempre seguidor de Los Tipitos. Era uno de los tantos que no faltaba nunca a las rondas de la Avenida 3 en Gesell. Paradójicamente, hace dos veranos nosotros también estuvimos ahí compartiendo esquina con nuestros amigos de Herederos de Tito. El hecho de que Los Tipitos y otros artistas que admiramos, como Willy Crook, los chicos de Ella es tan Cargosa o el mismísimo Litto Nebbia, se sumen a nuestro trabajo, como también sucedió en nuestro disco anterior, de algún modo nos hace pensar que vamos por el camino correcto.
Llevan casi una década de carrera, ¿qué cosas evolucionaron en Hijos de Babel?
Hacer balances siempre es difícil. En estos casi diez años, nos gustaría creer que nuestras canciones de ahora son mejores que a las de antes, que tenemos un sonido más definido y que somos más claros con lo que queremos transmitir. Otra cosa muy importante que aprendimos es a no desesperarnos. No pasa nada si paramos un poco. Como en el fútbol, a veces viene bien parar la pelota, hacer una pausa a lo Riquelme y tocarla para atrás. Claro, no siempre nos sale y ahí es cuando vienen los problemas, las discusiones y todas esas cosas propias de toda banda de rock. No sé quién dijo que las bandas son como matrimonios pero en vez de ser solo dos, hay muchas más partes. Lo bueno, en nuestro caso, es que solo somos tres y lo malo también es que solo somos tres.
¿Con qué dificultades se encuentran aún para que su música sea escuchada?
Las dificultades no han cambiado. Si bien a partir del disco anterior se nos han abierto muchas puertas a nivel medios y difusión, sigue siendo muy difícil que las canciones lleguen tanto como a nosotros nos gustaría. No es imposible porque hay muchos casos de grupos que hoy son masivos y que hicieron toda su carrera de manera independiente. También es cierto que hoy la oferta cultural es demasiado grande y las propuestas a veces no terminan encontrando a su público, pero por suerte existe Internet y las redes sociales, que son una especie de bendición para hacer que el camino sea más agradable.
¿En qué momento artístico se encuentra hoy Hijos de Babel?
Hoy nos encontramos componiendo las canciones para el tercer EP, rescatando algunos demos viejos que a la distancia los vemos con una mirada un poco más objetiva y con las ganas intactas de salir a tocar pronto y mucho, como lo hicimos siempre.