La Vela Puerca se subirá a Obras por primera vez, en un paso trascendental para ellos y para el rock uruguayo.
La Vela Puerca es la banda uruguaya con mayor popularidad en nuestro país. Hace siete años que cruzaron el charco por primera vez, y desde entonces nos visitan a menudo.
La Vela no reniega de sus principios modestísimos, cuando medio a escondidas del resto, Sebastián El Enano Teysera presentó un demo de tres temas grabado en vivo para un concurso del Canal 10 de Montevideo. Resultaron ganadores entre 200 bandas y despertaron el interés de un pequeño sello, a través del cual editaron su primer disco.
Hoy, casi nueve años después, están por subirse a Obras para presentar «A contraluz», su tercer álbum, el segundo editado por Universal Music y producido por Gustavo Santaolalla.
– ¿Por qué no estuvieron en el Quilmes Rock?
Cebolla: Fue una decisión nuestra, porque estábamos muy cerca del Obras que queríamos hacer. Además, se había ido Lucas, el batero, y necesitábamos tiempo para que Pepe se acomodara.
– ¿Cómo fue el alejamiento de Lucas?
Lucas se fue en medio de la gira por Europa de dos meses. El tenía otras expectativas musicales, quería dirigir su propio proyecto, asique nos fue comunicando la decisión a lo largo del viaje.
– ¿Están nerviosos?
Enano: Sí, claro. Somos conscientes de que vamos a tocar en uno de los lugares más representativos del Rock Argentino. Pero también nos tranquiliza saber que hace siete años que venimos a Argentina e hicimos la carrera de cualquier banda de acá. Decidimos hacer la carrera del under, a pasito de hormiga. No es que caimos como paracaidistas a Obras.
Los ta, los bo y los paaa se mantienen constantes. Arriba del escritorio hay cerveza, gaseosa, agua, unos maníes… faltaba el mate para completar el cuadro cien por cien oriental.
Rápidamente, el tema político y el triunfo de Tabaré copó la conversación. «Estamos viendo quiénes van a ser los ministros», dice el Cebolla Sebastián Cebreiro, mientras muestra un ejemplar del diario La República. «Tenemos las esperanzas en que nos salven». Y se larga:
– Romper la hegemonía de los dos partidos es algo histórico. Nosotros cruzamos como pudimos, pero teníamos la necesidad de ir a votar. Llegamos justo, el domingo a última hora, porque habíamos tocado el sábado a la noche en Tandil. Hay que confiar en esta nueva gente, al menos hasta que demuestren lo contrario.
– Desde hace un tiempo son varias las bandas uruguayas que empiezan a sonar en Buenos Aires. Es algo estrictamente comercial o refleja un crecimiento artístico?
Cebolla: Un poco de las dos cosas.
Enano: Después de la Dictadura no hubo un interés de salir del Uruguay. Más adelante, a principios de los ’90, cayó toda la actividad y no pasaba nada… hasta la aparición de la nuevas bandas, desde el ’94 en adelante, formadas por gente joven, como Los Buitres, por ejemplo. Pero ellos ya están viejos para venir (risas).
Cebolla: Nosotros también contribuimos a que las bandas crucen, porque cada vez que tocábamos nos traíamos una banda uruguaya.
Enano: Sabemos que representamos un poco al rock uruguayo, y es toda una responsabilidad que nos pone orgullosos. Ahora hay dos sellos allá, que le dan al mercado otra infraestructura.
Cebolla: Estamos a sólo tres horas de viaje y es otro mundo: más gente, más lugares, más bandas… Asique cuando nos dimos cuenta de eso, hace mucho, enseguida supimos que teníamos que venirnos para Buenos Aires.
– ¿Van a estar en Durazno, en el Pilsen Rock?
– Sí. La vez pasada nos lo perdimos por estar de gira, pero este año tenemos que estar sí o sí. Más allá de lo musical, es algo muy importante para nuestro rock uruguayo, y tenemos que decir presentes por todo lo que significa.
– ¿Qué diferencias hay entre este disco y el anterior
Enano: Hay una maduración en la banda. Hay más guitarras que vientos, por ejemplo, y lo vemos como un paso gradual de una banda de canciones. Nosotros somos esclavos de las canciones, y nos pasamos horas tratando de descubrir cómo conviene encararlas.
Cebolla: Este disco salió así, medio oscuro, porque en estos tres años compusimos muchas canciones de varios estilos. Cuando tiramos todo arriba de la mesa para empezar a seleccionar y después de que lo grabamos, nos dimos cuenta de que era un disco diferente a lo nuestro.
– ¿Y cómo toman ese cambio los seguidores de la banda?
Cebolla: Bueno, todavía vamos a ver (risas). De todas formas, consideramos que la gente se iba a dar cuenta de que esto es algo honesto, auténtico… no un cambio para vender más o algo así.
– ¿De dónde sale el título, «A contraluz»?
Cebolla: La canción «De atar» se llamaba «A contraluz». Pero no nos gustan los discos que se llaman como un tema… asique hicimos el cambio y listo.
Enano: No fue algo premeditado, pero en el disco las cosas no están demasiado claras. Se dice, pero no se dice… está «a contraluz». Asique le encontramos la justificación por ese lado.
– ¿Cuál fue la participación de Gustavo Santaolalla como productor?
Cebolla: Santaolalla estuvo apenas en las bases, pero marcó un poco el camino que teníamos que seguir. Fue el disco en el que menos se metió, pero nos guió musicalmente.
El viernes 19 será el gran show en Obras. Pero ellos no se quedan en eso: en diciembre harán una minigira por el interior de Argentina, y en febrero por la Costa Atlántica y el interior uruguayo. «Y también vamos a descansar, al menos 15 días… este año estamos cerca de los cien shows!», se queja Cebolla.
– ¿Cómo fue la gira por Europa?
Enano: Este viaje nos hizo dar cuenta de una doble realidad de La Vela, porque pasamos de tocar para 35.000 en Montevideo a tocar para 36 en un pueblo de Alemania… Asique nos hizo volver un poco a la Tierra y nos ayudó para evitar que nos creamos nada.
