Quizás al él no le importe, pero Kubero Díaz es uno de los músicos menos valorizados por el público argentino y, probablemente, además, uno de los més desconocidos. Sin embargo es una de las principales guitarras del rock local desde hace cuatro años. Su trabajo sufrió la misma desconsideración que su grupo, la Cofradía de la Flor Solar. Su posterior unión con la Pesada del Rock and Roll, le dio un poco más de «publicidad», pero su postura entre sencilla y silenciosa en el escenario, su falta de ambición para destacarse más allá de los que puedan hacer sus dedos en las cuerdas de la guitarra, lo mantuvieron en un plano de aparente relegamiento.
Muchas veces condicionado por los nombres famosos, o por las exultaciones excéntricas de las estrellitas del rock (y cualquiera puede deducir quiénes son), el públi co masivo suele no advertir los perdaderos valores de un músico íntegro.
Parte de este desconocimiento sobre sus cualidades está bajo su responsabilidad: desde que dejó la Cofradía, Kubero no se preocupó básicamente de ser un músico estable, su alejamiento campestre, aparte de significar un paréntesis en su vida, es también un real pausa en la «carrera» musical. Pero su responsabilidad sobre el asunto parece ser conciente y asumida. No hay que esperar de Kubero las ambiciones y preocupaciones cotidianas de un músico habitual o, si se quiere, de un instrumentista fervorosamente especializado. El al parecer, y lo dice de alguna manera, está preocupado por la esencia de su vida («mi camino hacia algo superior», dice) y por encontrar una cantidad de respuestas intentando varios caminos. Uno de ellos, quizás en el que puede volcar todas sus experiencies, es la música. De eso habló la semana pasada con Pelo, también contó un poco de su trayectoria (que poca gente conoce) habló de su primer long play como solista (que aparecerá en algunas semanas) de sus experiencias viajeras y del momento político actual. Detenerse en las respuestas de Kubero es algo más importanté que darle atención a una estrella de la música, porque én definitiva este músico entrerriano lo que quiere es ser un ser humano. Y ese es en reclidad el asunto, de lo que se trata. Aquí está:
Pelo: ¿Cuál fue el motivo de tu alejamiento de la Cofradía?
Kubero: Bueno, esa pregunta tiene varias respuestas. Para empezar la Cofradía era algo mucho más profundo que un grupo de rock, era y es una comunidad. Yo me alejé de ellos porque quería hacer las cosas por mi lado. Además se había cumplida un ciclo también en la faz crestiva, entonces no se puede tomar nuestra separación desde el punto de vista que se separa cualquiar grupo de rock, sino como la búsqueda de nuevos caminos.
Pelo: ¿Qué fue lo que te impulsó a unirte a La Pesada?
Kubero: Todo empezó cuando Javier se vino a vivir un tiempo con nosotros; él se la pasaba tirado debajo de los árboies con su guitarra. Después vino Alejandro y también le gustó y se quedó. Ellos fueron los que me lievaron a La Pesada. Era un momerto en que andábamos todos desbalados y solos, por eso decidí unirme a un grupo y apareció La Pesada.
Pelo: ¿Fue entonces lo que tenías más a mano o reunía las condiciones que vos esperabas de un grupo?
Kubero: Las dos cosas, por un lado era lo que más a mano tenía y por el otro era el único grupo realmente libre. En La Pesada puede tocar cualquiera, nosotros ja más ensayamos. Vamos a! estudio y grabamos o vamos al recital y tocamos. Casualmente Aiejandro me decía el otro día que si nosótros ensayáramos lo que sería. Yo opino que La Pesada es el gru po más progresivo de rock.
Pelo: ¿Después de hacer un disco en la Cofradía, donde la mayoría de los temas eran tuyos. y hasta la tapa fue diseñada por vos, a qué se’ debe el que no compusieras o sacaras ningún disco, faltaron los medios?
Kubero. Yo sin embargo me siento más creativo que nunca, lo que pasa es que no me preocupé por vuicarlo. Quizás porque no hubiera sido el momento apropiado para hacerlo. Para mí la música es una parte de las cosas que hacen a la vida de uno. Por ejemplo yo hace poco me fui al sur con Migue! Cantilo, anduvimos por Bariloche, El Bolson. Allí vivimos en comunidad. Todo eso que yo viví, desde trabajar la tierra, caminar por las montañas y hacer experiencias es parte de mi camino, por eso de pronto decidí volcar esas experiencias en un disco.
Pelo: ¿Cómo es el disco, quiénes tocan, etc.?
Kubero: En el disco tocamos básicamente: Alejandro el bajo, Isa la batería y yo en la guitarra. Después se fueron agregando Gabis (tocó en casi todos los temas antes de irse al Brasil), Pinchevsky en un tema y Billy metió voces en los coros y los dedos en todos los aparatos del estudio.
Pelo: ¿Qué temática tiene?
Kubero: Bueno, hay temas viejos, de la época de la Cofradía y otros nuevos donde como te dije antes trato de volcar mis experiencias. Incluso: las letras de dos iemas son de Miguel Cantilo. También hay canciones acústicas donde canto y toco la viola.
Pelo: ¿Estás conforme con el álbum?
Kubero: Mirá hay temas que quizás debían recibir un tratamiento musical más arreglado, pero como todo lo que hacemos es muy libre se hizo en forma espontánea. En ese sentido los resultados fueron increíbles. Todos opinaron que era el mejor long play, y creo que el próximo, el de Alejandro, va a matar. En algunos temas pensé en aplicar orquestaciones, pero es un asunto muy jodido, que -a veces sale bien y otras desvirtúa la esencia del autor, o lo que es la intención de la canción. En definitiva estoy muy satisfecho.
Pelo: ¿Qué opinás del niomento político actual que vive ei país, y cuál es tu posición personal?
Kubero: Realmente recién ahora me empecé a preocupar, porque veo que la gente que dirigirá tiene interés en reunirse con la gente del rock para aportar algc mutuamente. Creo que la idea de los justicialistas al hacer un festival libre fue muy buena.
Pelo: ¿Qué pensás hacer de ahora en más?
Kubero: Después de la presentación del 4 de mayo con Lá Pesada seguiré viajando. Yo creo que la ciudad anula a cualquier individuo, es completamente rayante. Por eso yo no alquilé nada para vivir, quiero viajar. Ahora iremos al Brasil donde por Gabis sé que se está muy bien. Pero no me voy a quedar, seguiré viajando. Iremos hasta el Perú donde hay unas ruinas que me interesa ver, esta idea la teníamos hace mucho con Miguel. Creo que todo esto es parte da mi camino hacia alga superior llámese Dios, energía o lo que sea. Si me quedara en la ciudad no podría hacer nada de eso, y terminaría siendo un engranaje más de la máquina.