Orion’s Beethoven es, en los últimos meses uno de los grupos que mas se está prodigando en recitales y, al igual que los dos o tres conjuntos de gran «cartel», ellos también tienen un importante núcleo de reales seguidores, una circunstancia bastante curiosa para un grupo relativamente nuevo. Amelia Garibotti, asistió a uno de los recitales de este trío, antes de partir hacia Paris para convertirse en la corresponsal europea de Pelo. Desde el viejo continente enviará periódicamente notas y comentarios sobre ta actualidad musical europea con un enfoque particularmente latino americano. Antes de viajar —como dijimos— asistió a este recital de Orion’s y entrevistó luego a uno de ellos. Este es su informe.
Orión es quizás la constelación más grande del Universo y, además, el nexo entre los dos hemisferios celestes y precisamente, Beethoven es probablemente el más grande entre los grandes de la música y este trío argentino, además, lo considera el primer músico con actitud progresiva. Por lo tanto el nombre Orion’s Beethoven resulta un compromiso de alturas y dimensones máximas, un compromiso que el grupo trata de resolver con responsabilidad en cada una de sus presentaciones. La que realizaron algunas semanas atrás en el teatro Del Carmelo, fue particularmente ajustada:
Una melodía de Stravinsky (a telón cerrado) anticipó un recital con ritmo y sin altibajos, lo ue llevó a la platea a un estado e verdadero shock emocional. E tema «SOY EL SOL» comenzó con un gorjeos de pájaros y un punteo de guitarra, creando un clima de increíble – diafanidad, de despertar de la vida. Excelente percusión en este tema.
El aplauso nació espontáneo en muchas oportunidades a lo largo del recital que se caracterizó por una gran calidad, sin alardes ni exhibicionismos. Un buen juego de luces (en el que predominaban las rojas y las verdes) los acompañó durante el recital. Interpretaron algunos temas de su próximo long play como «La Ciudad Muerta» en el cual, gracias a una sugestiva melodía, logran transmitir esa sensación de desolación que sugiere la idea de la muerte. Después Adrián ejecutó un solo con la viola que realmente fue total, casi se diría que la hizo hablar. La tensión de la platea fue créciendo a lo largo del solo, la gente se movía nerviosa, algunos se paraban para ver mejor, la atmósfera era tan especial que nadie se animó a aplaudir quizás porque a veces no hay mejor aplauso que el silencio.
Después el escenario fue llenándose de un humo espeso que casi impedía ver la figura de Adrián y que a veces parecía cambiar de color gracias a los efectos luminosos. Cuando el humo ya casi cubría la platea entraron los demás integrantes y empezaron a tocar un blues lento. La escena era totalmente irreal, algo así como si estuvieran tocando en medio de un mar de niebla.
Después de la primera función del recital Ronan Bar (bajo y primera voz) mantuvo un diálogo con Pelo.
PELO: ¿Qué te pareció el recital?
RONAN: Musicalmente anduvo bien, a pesar de nuestro nerviosismo por problemas personales. Del show que tenemos preparado tuvimos que omitir algunas cosas por problemas técnicos. Hay sketchs semi teatrales y semi coreográficos que no pudimos hacer. Son ideas que estamos madurando en este momento.
PELO: ¿Y a nivel público?
RONAN: Nosotros amamos a nuestro público porque ellos nos eman a nosotros. Yo al público lo quiero mucho.
PELO: ¿Podrías decir que entre ustedes y su público hay comunicación?
RONAN: Sí, porque nosotros tocamos para ellos y eso es comunicación.
PELO: ¿En esta nueva etapa que está viviendo el país, la música: debe comprometerse o mantenerse aislada?
RONAN: Todo debe comprometerse. No quiero decir hacer letras políticas (aunque no estoy en contra de ellas) sino saber qué es lo que uno quiere…
PELO: ¿Qué planes hay para el futuro?
RONAN: Estamos preparando nuestro próximo álbum cuyo título es «Los límites de la conciencia» y nuestra ocupación inmediata es reequipararnos.
Cuando estaba per empezar la segunda sección logró entrar en la sala un grupo de personas que agredió a la gente de Orion’s Beethoven y amenazó con impedir de cualquier manera que Orion’s volviera a tocar, de modo que, para no arriesgar al público los organizadores del recital decidieron suspenderlo y toda la gente que había estado esperando desde hacía largo rato debió retirarse.
AMELIA GARIBOTTI