El cantante y compositor santafesino editó su cuarto álbum, «Ese mundo sin tiempo», con la evolución y la adaptación al cambio como eje principal.
«Es un disco que me encuentra en medio de muchos volantazos a nivel personal: la paternidad, la sensación de nueva familia, las nuevas formas de consumo en la música, las nuevas tecnologías para la creación de la misma –describe el Chino Mansutti-. Todo eso me atravesó este último tiempo en medio de un mundo donde cada vez tenemos menos tiempo para hacer las cosas que nos alimentan el alma. Es una especie de negociación constante con la vorágine del día a día para frenar un poco y empezar a disfrutar de las pequeñas cosas. Busqué hacer un disco que tenga esa profundidad en el mensaje, pero que musicalmente sea simplemente divertido, ATP y con ganas de ser cantado y, por qué no, bailado de principio a fin».
¿En qué se diferencia este álbum con los tres anteriores?
Musicalmente es el primero donde se ve claramente la inclusión de recursos electrónicos en canciones ejecutadas por una banda: sintetizadores, máquinas de ritmo, samples generando la atmósfera sobre las guitarras eléctricas y las baterías acústicas. Es además el disco con más groove. El más bailable. «Lleva» (2009) es un álbum de fusión con aires folclóricos. El segundo, «Lo que queda de la casa» (2014), es estrictamente analógico. Y el tercero, «Frenesí» (2016), es un capricho sinfónico hecho sobre la base de guitarras acústicas y un quinteto de cuerdas. Por otro lado, «Ese mundo sin tiempo» es el primero que no fue concebido en una situación tortuosa o triste como los álbumes anteriores, sino todo lo contrario. Esta característica lo vuelve diferente a los tres anteriores. Escribir desde la estabilidad emocional fue para mí un verdadero desafío. Un terreno totalmente desconocido que valoro mucho haber encontrado.
En tu música siempre hay canciones pegadizas y que invitan al baile, ¿al momento de componer pensás en la búsqueda del «hit»?
La primera condición para grabar una canción es su capacidad para conmoverme. En el ejercicio creativo busco, desde hace mucho tiempo, la difícil tarea de decir cosas interesantes de la forma más simple posible. En estos tiempos es muy difícil lograr profundidad y contenido de manera orgánica y fácil de digerir. Pero supongo que los hits tienen un poco de eso. Mi sueño tiene que ver con hacer canciones que trasciendan y que no parezcan viejas dentro de algunos años.
Si este es tu disco más enérgico y dinámico, ¿sentís que encontraste el sonido que te representa y que querés que perdure en tus futuros discos?
Es el disco y el sonido que mejor me representa en este momento de mi vida. Sigo pensando que el cambio puede ser algo muy gratificante y no sé qué pasará mañana, pero estoy preparado para cualquier nueva transformación. Creo que de eso también se trata el arte. El mundo va tan rápido que no te deja quedarte quieto un segundo y la música es un poco la crónica de eso.
¿Qué planes próximos hay en tu agenda musical?
Espero que pronto se termine esta pesadilla para poder presentar el disco en vivo con toda la banda y empezar a girar como lo venía haciendo antes de la cuarentena. Mientras tanto, lo seguiré mostrando por todos los canales virtuales para tratar de llegar a todos los oídos posibles. Se vienen tres videos nuevos en los próximos meses. No descarto realizar un show streaming con la banda para fin de año.