Arco tris quizás sea en este momento el grupo argentino de mayor repercusión popular. Varias circunstancias lo determinan: la sorprendente y veloz irrupción de un disco simple con gancho (»Mañana campestre»), el fruto de series de presentaciones en vivo planeadas con meticulosidad y, finalmente, cierta curiosidad que despertó el grupo (más por sus actividades yoga que por su música) en la prensa oficial de la sociedad establecida (revistas como «Gente» y programas televisivos como el de Nicolás Mancera). En cada uno de esos acontecimientos destaca —casi naturalmente— la figura de Gustavo Santaolalla, aparente lider de la agrupación, y hasta el momento compositor de casi todo el material que interpretan. En un segundo plano de importancia (aunque absolutamente primero para ellos), reluce la omnipresente filosofía sustentada por Dana, la «guía espiritual del grupo» (según la insistente afirmación de sus integrantes) en cada recital su presencia es resaltada desde el escenario y tigura (como en este) en los diálogos de todos los reportajes, en los discos del grupo y en cuanta actividad hagan. El resto del grupo —aunque ninguna de ellos se lo proponga— tiene una imagen menor que, por momentos, podrían interpretarse de secundaria. Algo que, objetivamente, no es cierto y que cada uno de ellos —inclusive Santaolalla— se encarga de desmentir.
Guillermo Bordarampé, Ara Tokatlian y Horacio Gianello parecen permanecer en una actitud contemplativa que va más allá de los roles de primera figura que ellos mismos delegan para Gustavo Santaolalla.
Uno de ellos, sin embargo, ha venido destacándose dentro del estrecho margen de desenvolvimiento personal (ver declaraciones más adelante) que se permite la férrea, pulcra ideología del grupo. Ese despegue fue advertido a través de progresiva evolución de sus interpretaciones en los vientos, hasta lograr que su desempeño se convirtiera en una parte esencial en el sonido del grupo: una manera de demostrar su presencia vital.
Por eso Pelo se reunió con Ara Tokatlian, el egipcio que revista en Árco Iris casi desde los momentos de su iniciación suburbana en el villorio de El Palomar.
Una entrevistas con el más promisorio de los saxofonistas argentinos (esta opinión está últimamente muy generalizada) no es una tarea fácil si se pretende encontrar sus más íntimas opiniones: Tokatlian —como el resto— parece analizar todo a través del un cristal único que es la filosofía particular del grupo. Tiene, sin embargo, una salida justificante: «Nosotros —dice— más que un conjunto somos una comunidad». No finge: cuando se refiere a sus compañeros utiliza el término «hermanos», vertido con bastante naturalidad.
Pelo: En los últimos meses tu figuración en el grupo está cobrando características más independientes. ¿El resultado de eso es que estés componiendo tus propios temas en estos momentos?
Ara: No, mi participación en el grupo no es más independiente ahora ni creo que lo sea en un futuro. Eso puede parecer porque últimamente estoy tocando el órgano y otros instrumentos complementarios para el sonido del grupo.
Pelo: ¿Cuál es entonces el motivo de que, después de tres años de existencia del grupo, comiences a componer recién ahora?
Ara: Todo es como un embudo donde se introducen el tiempo, la experiencia y la capacidad: eso da un resultado. ‘En mi caso me llevó a un despertar. Antes hacia un tema «pero nunca había tenido la vivencia de componer un tema. En nuestras próximas actuaciones vamos a presentar un tema mío y otro de Guillermo. El mío está dentro de lo que nosotros denominamos pop-indo.
Pelo: ¿Qué es eso?
Ara: El pop-indo es una denominación que nosotros le dimos a un tipo de música que fue surgiendo casi naturalmente en nosotros a partir de temas como «Quiero llegar», «Zamba» y «Llegó el cambio». En todos ellos hicimos un reconoclmiento de ¡os valores folklóricos. Conjuntamente surgió ¡a idea de formar una nueva forma musical, basada en esos términos, que nosotros llamamos pop-indo.
Pelo: ¿Esa variante tiene posibilidades a nivel grupal únicamente o puede llegar a una extensión en otros artistas?
Ara: Pienso que si que puede llegar a tener grandes posibilidades como ritmo en la elaboración de diversos artistas. Pero lo importante, lo que quiero destacar, es que salió a través de nosotros mediante un trabajo y esfuerzo de meses para elaborar completamente esa nueva forma musical: nuevas armonías, ritmos, aplicación de instrumentos autóctonos y el estudi ode cada uno de ellos. Me interesa destacar que es un movimiento enteramente nuestro, que tenía antecedentes en nuestras composiciones anteriores, y que ahora se ve concretado con el tema mio que te mencioné y con «Hombre» y la norteñita «El indio y las palomas» que pertenecen a Gustavo.
Pelo: ¿Vos tenés conocimiento de que últimamente se hacen muchas críticas a la ideología de Arco tris?
Ara: No creemos que haya muchas críticas.
Pelo: Por respeto quizás muchos no critiquen a «la» filosofía que ustedes han elegido y el modo de vida pero sí a la insistencia con que habian de ena, y a un cierto sentimiento de que haya algo. de imposición en esa insistencia.
Ara: Nosotros no pretendemos impoñs;, y tampoco que la gente se convenza, ni siquiera de nuestra torma de vivir. Pero, así como nos ehizo íntegros, nos creó correlativamente la responsabilidad y el compromiso de hacerla conocer. Por eso nuestra música es fuerte: es el reflejo nuestro.
Pelo: Aunque ustedes no lo quieran —por ejemplo en lo que acabás de decir— hay cierto sedimento protético, algo de superioridad para con los «vecinos», algunos tienen la misma sensación cuando Gustavo Santaolalla habla desde el escenario.
Ara: Nuestra actitud es de constante compromiso. Si a mucha gente le parece insistente cuando Gustavo habla, por ejemplo, es porque ninguno de ellos asumiría esa actitud. Si todos hablaran con la verdad no existirían los productores tránfugas, los tristes espectáculos de los clubes y tampoco existiría la música complaciente. Nosotros no nos pasamos el día hablando del amor y de las rosas. como alguna gente puede suponer: le damos a la gente los fundamentos de lo que somos hoy en día. Nosotros tratamos de aclararles a muchos muchachos lo que es la abstención del medio y luchar contra las injusticias.
Pelo: ¿Cuando hablás de injusticias a qué te referis?
Ara: Cuando no se reconoce el valor del trabajo o el esfuerzo de cualquier persona, cuando se procede delante de uno de una forma y se procede de otra, cuando la competencia musical entre la complaciente y la seria son desleales, cuando el músico no percibe la paga honesta por su trabajo.
Pelo: Claro, pero esas injusticias están referidas apenas al mundo de los músicos. De todos modos, lo que decís al respecto, es sólo lo visible, ¿no creés que existen causas más profundas?
Ára: la causa es la misma forma de pensar de la gente: productores y músicos. Nosotros hablamos para curar las causas, para despertar la conciencia de la gente. Por eso no podemos estar callados.
Pelo: En realidad las letras de ustedes, excepto en «Llegó el cambio» no dicen demasladas cosas como para que la gente tome conciencia…
Ára: No lo hacemos en temas que tienen cierto tiempo, pero dentro de la temática del pop-indo las cosas que decimos son bien concretas, en esas letras decimos lo mismo que a través de los medios o cuando hablamos con la gente.
Pelo: ¿Por qué es siempre Gustavo Santaolalla el que dialoga con el público? ¿El es el jefe del grupo?
Ara: No es nuestro jefe. En todo grupo humano hay una persona a través de la cual se manifiesta el pensamiento del grupo. Gustavo tiene una capacidad que le permite ser la punta del embudo de que te hablaba antes. La gente necesita ver una punta: y él es eso sólo en el escenario, se encarga de transmitir lo que pensamos. Es lo mismo que puede llegar a decir Horacio, Guillermo o yo.
Pelo: ¿Eso quiere decir que es lo mismo hacerte un reportaje a vos o Gustavo?
Ára: En cosas generales sí, los dos te vamos a dar las mismas palabras, inclusive con respecto a nuestra ideología, en cosas personales cada uno tiene cierta individualidad. Nosotros somos como un diamante que tiene muchas facetas pero una sola integridad: cada faceta refleja un brillo y todo el diamante tiene un núcleo.
Pelo: ¿Ese núcleo es Dana?
Ara: Lo que ella nos enseñó. Toda nuestra maduración fue dada por ella, por lo que ella obró en nosotros, por su palabra que, finalmente, son las mismas palabras que dijo Jesús, Buda y otros.
Pelo: ¿Dana es entonces una especie de Profeta?
Ára: Dana es un ser humano que a través de vivencias y sacrificios supo ver la verdad en todas las cosas. Por ejemplo, la esencia de la vida misma. Ella nos lo enseñó. Y esa facultad está latente en todos.
Pelo: ¿Ustedes tienen oportunidad de llegar a ser lo que es ella?
Ara: Todavía no. Entre ella y nosotros hay la misma diferencia que entre un sol y una lámpara eléctrica, entre una montaña y un grano, pero nosotros estamos en ese camino.
Pelo: ¿Cuál es tu opinión del planteo que tienen los grupos argeniinos?
Ara: Creo que este movimiento va a tener madurez cuando deje de mirar afuera y cuando, consecuentemente, se le de más valor a lo que uno posee. Claro que, como todo movimiento, puede tener influencia del medio.
Pelo: Eso vale para Uds. también.
Ara: Sí, claro. Pero nosotros estamos evolucionando cada vez más y aspiramos a la autenticidad total. Y eso es también lo que me interesa en otros grupos.
Pelo: ¿Cuáles por ejemplo?
Ara: Creo que hay un grupo que se llama Los Barrocos. No sé muy bien: Gustavo sabe más. Me gustan Pedro y Pablo, León Gieco y la Pequeña Banda de Tricupa, los tucumanos que estuvieron en B. A. ROCK. Ah: también me interes la propuesta de A.M.A.R. Me interesan todos los que se dan cuenta que para llegar a un logro tienen que tener un cimiento, me interesa cuando un grupo musical tiene idea cite mejorar y elevarse.